26/04/2024
08:55 AM

'Ella me gritaba mami, ayúdame por favor, no puedo respirar'

Un árbol que cayó por la saturación del suelo derribó la pared de una casa en la aldea Montecillos, Santa Cruz de Yojoa, y mató a seis niños que dormían

Santa Cruz de Yojoa, Honduras

Los seis niños que murieron soterrados por un alud de tierra la noche del miércoles fueron enterrados esta mañana en el cementerio de la aldea Montecillos en Santa Cruz de Yojoa.

En medio de oraciones y lágrimas los familiares y vecinos de los cuatro hermanitos y los dos primos les dan el último adiós.

“Ella me gritaba mami, ayúdame por favor, no puedo respirar. En ese momento comencé a escarbar desesperadamente entre la tierra y piedras, con la idea de sacar con vida a mi hija Gabriela, gracias a Dios lo logré, pero no pude salvar a los demás”, contó entre lágrimas amargas Leticia Consuelo Pérez (28), quien al igual que su hermana, sufren la tragedia de haber perdido a sus hijos a causa de un derrumbe que soterró la humilde vivienda en la que dormían, la noche del pasado miércoles.

La menor fue trasladada al hospital Mario Catarino Rivas, para que le curaran los golpes que presentaba y ayer fue dada de alta.

Leticia aunque intentó hasta terminar con sus manos ensangrentadas, de tanto escarbar, no pudo repetir la misma hazaña con sus otros cuatro hijos, Júnior David Zavala (9), Katerin Judith Zavala (7), Jesús Orlando Zavala (4) y Génesis Leticia Zavala (1), quienes perecieron soterrados la noche del miércoles junto a dos primas: Kenia Jasmín Zavala (10), Cristina Consuelo Zavala (7), hijas de su hermana María Gloria Pérez (30).

En total son seis las víctimas mortales del derrumbe que desplomó las paredes de la humilde vivienda, ubicada en la aldea de Montecillos en Santa Cruz de Yojoa, Cortés, donde vivían las dos mujeres junto a sus vástagos.

“Ay, Dios mío, no soportó tanto dolor”, repetía inconsolable María, mientras se aferraba al féretros de una de sus hijas.

Entre tanto, la pequeña Jenny Daniela (5), quien al igual que su prima Gabriela sobrevivió de milagro al ataque de la naturaleza, abrazaba a su madre por las piernas: parecía querer apaciguar su dolor.

“Jenny estaba durmiendo con sus hermanas cuando la paredes les cayeron encima, no sé cómo es que ella logró salir del cuarto, tuve que bañarla porque estaba cubierta de lodo, desde entonces no a vuelto a pronunciar una sola palabra”.

María recordó que ese día su madre María Ramona Pineda, llegó a las nueve de la noche, venía de la iglesia y se quedó para evitar mojarse porque ya había comenzado a llover.

“Mi mamá entró y se puso a platicar con mi hermana en el cuarto, los niños ya se habían dormido. Yo estaba en la cocina preparando unas tajadas cuando se escuchó el estruendo, después de eso corrí hacia donde ellas estaban, pero no se miraba nada, solo tierra”, relató entre sollozos.

Las hermanas Pérez no solo perdieron a sus hijos, sino han quedado en la calle, perdieron las pocas pertenencias que poseían. “Nosotras somos madres solteras, luchamos para poder salir adelante, no entiendo por qué nos tocó pasar por esto”, dijo una de las mujeres.

Luciano Pérez, abuelo de los menores, es quien se ha encargado de velar por sus hijas y los vástagos de estas.

Ayer recordó con tristeza las travesuras de sus queridos nietos. “Ellos siempre llegaban a mi casa a jugar. Yo quisiera a ver podido a ser algo para salvarlos”, dijo el longevo.

Los cuerpos de los seis menores fueron velados en una iglesia de la aldea Los Chorros, donde viven los abuelos de estos, a menos de medio metro del lugar donde ocurrió la tragedia, decenas de amigos y vecinos acompañaron a la familia en su dolor.

Ayer a las 11:00 am llegó el secretario privado del presidente Pompeyo Bonilla y el ministro del Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) Lisandro Rosales, para hacer entrega de una ayuda económica a las familias dolientes, además se comprometieron con ayudar en la construcción de una para las madres de las víctimas.

El alcalde de Santa Cruz de Yojoa, Roberto Pineda, pidió al Gobierno ayuda para tomar medidas preventivas y evitar este tipo de tragedias.

“Es necesario sacar a estas familias de las zonas de peligro, porque no es ayudando que vamos a evitar las muertes, sino previniendo las situaciones de peligro”, aseguró Roberto Pineda, alcalde de Santa Cruz de Yojoa. Los niños serán sepultados hoy a las siete de la mañana.

Falla causó el derrumbe

De acuerdo a informes de los testimonios de los familiares y de miembros del Cuerpo de Bomberos, la tragedia se produjo por la caída de un árbol sobre la pared de la humilde vivienda, el cual cedió por las fuertes lluvias que se dieron en la comunidad. Los menores estaban acostados en una cama y la pared de material se desplomó producto del impacto del árbol y de inmediato cayó sobre los cuerpos de los menores.

Fueron dos horas de intensas e ininterrumpidas lluvias, que provocaron la saturación del suelo y posteriormente el deslizamiento del alud de tierra que terminó con la vida de los seis menores de edad.

Según los miembros del Cuerpo de Bomberos, de ese municipio, el desplome del cerro se debió a una saturación de agua y una falla en el lugar.

“Al parecer se formó un pequeño dique en la parte alta, el cual con la fuerza de la tierra y las ramas de los árboles cedi?, provocando la muerte de los menores”, declaró Joel Ramírez, sargento del Cuerpo de Bomberos de Santa Cruz de Yojoa.