El papa Francisco y el patriarca ortodoxo ruso Kirill sellaron este viernes una histórica reconciliación entre la Iglesia católica y la ortoxa tras una breve reunión sostenida en La Habana, Cuba, donde firmaron una declaración conjunta.
Los jerarcas intercambiaron besos y abrazos al finalizar su reunión, la primera que sostienen los jefes de ambas iglesias desde el cisma entre cristianos de Oriente y Occidente en 1054.
Los dos líderes religiosos, que representan a unos 1.330 millones de cristianos entre católicos (la gran mayoría) y ortodoxos rusos, se encontraron en una sala del aeropuerto José Martí, en momentos en que los cristianos enfrentan violencia y discriminación en Medio Oriente, África del Norte y Central.
El papa argentino y el patriarca, en sus atuendos habituales, comenzaron su charla ante los destellos y ruidos de las cámaras, que apenas dejaban escuchar su palabras.
El presidente cubano, Raúl Castro, que funge como anfitrión y facilitador de este trascendental encuentro, acompañó a Francisco hasta el salón donde lo esperaba Kirill.