Tegucigalpa, Honduras.
El rápido aumento de casos de chikunguña obligaron a las autoridades de Salud a declarar emergencia temprana.
El término advierte el inicio de un grave problema de salud que impactará fuertemente en la economía del país.
Ayer, durante la presentación de la Guía para Manejo Clínico de Fiebre Chikungunya, la ministra de Salud, Yolani Batres, indicó que en el país este virus ya se considera epidemia.
Lamentó que la población hondureña es su totalidad no coopere con la eliminación de los criaderos de zancudos.
Advirtió que si no se aplican las medidas de prevención en unos pocos meses, el país tendrá una emergencia por chikunguña.
Explicó que el mayor problema es que esta afección causa fuertes dolores a las personas y los incapacita hasta para poder asistir a sus trabajos.
Como consecuencia la ausencia laboral que se produzca provocará pérdidas millonarias al país, aseguró Batres.
Según el jefe de Vigilancia de la Salud, Bredy Lara, hasta el momento se reportan 3,998 casos de chikungunya; 2,600 de estos se registraron en enero.
Es decir que en los primeros diez días de febrero se reportaron más de 1,300 casos.
Señaló que la gran amenaza es para los niños y los ancianos, así como para pacientes que poseen una enfermedad de base; es decir que son diabéticos, hipertensos, pacientes renales, oncológicos, entre otros.
Ana Treasure, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Honduras, explicó que el reducido porcentaje de muertes por chikunguña en países de las Américas se asocia a complicaciones con estas afecciones.
El rápido aumento de casos de chikunguña obligaron a las autoridades de Salud a declarar emergencia temprana.
El término advierte el inicio de un grave problema de salud que impactará fuertemente en la economía del país.
Ayer, durante la presentación de la Guía para Manejo Clínico de Fiebre Chikungunya, la ministra de Salud, Yolani Batres, indicó que en el país este virus ya se considera epidemia.
Lamentó que la población hondureña es su totalidad no coopere con la eliminación de los criaderos de zancudos.
Advirtió que si no se aplican las medidas de prevención en unos pocos meses, el país tendrá una emergencia por chikunguña.
Explicó que el mayor problema es que esta afección causa fuertes dolores a las personas y los incapacita hasta para poder asistir a sus trabajos.
Como consecuencia la ausencia laboral que se produzca provocará pérdidas millonarias al país, aseguró Batres.
Según el jefe de Vigilancia de la Salud, Bredy Lara, hasta el momento se reportan 3,998 casos de chikungunya; 2,600 de estos se registraron en enero.
Es decir que en los primeros diez días de febrero se reportaron más de 1,300 casos.
Señaló que la gran amenaza es para los niños y los ancianos, así como para pacientes que poseen una enfermedad de base; es decir que son diabéticos, hipertensos, pacientes renales, oncológicos, entre otros.
Ana Treasure, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Honduras, explicó que el reducido porcentaje de muertes por chikunguña en países de las Américas se asocia a complicaciones con estas afecciones.