07/05/2024
03:30 PM

A seguir en Washington

    San Pedro Sula, Honduras.

    ¿Pura coincidencia? No tanta. Nos referimos a la renuncia del gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) y el final de un capítulo más de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el resultado de “veremos” en el próximo encuentro en Washington.

    Y como solo no se consuela a el que no quiere, hay que echar la mirada hacia el lado positivo y considerar que si continúan las negociaciones es más favorable que se logre un acuerdo con una duración de tres años, dando un fuerte respaldo a la administración Hernández con recursos financieros y con el mejoramiento de la credibilidad en los organismos internacionales.

    “El proceso no ha terminado, y sería incorrecto hablar de que no hay acuerdo. El cronograma sigue siendo el mismo. El Fondo Monetario ha reconocido todos los avances, simplemente están evaluando la propuesta hecha por nosotros para abordar el tema de la Enee”, dijo Marlon Tábora, presidente del Banco Central de Honduras y coordinador del Gabinete Económico.

    Lo del déficit fiscal, asunto obstructivo eterno, enfilado una vez más hacia la desastrosa situación de la empresa eléctrica, se ha convertido en el muro insalvable, por el momento, para acercar posiciones y alcanzar un acuerdo.

    “Estas negociaciones generalmente llevan tiempo y el próximo paso es que las conversaciones con los representantes del Gobierno hondureño continúan en Washington en las próximas semanas con el objetivo de llegar a un acuerdo con el FMI, según el cronograma previamente acordado”, explicó Lisandro Ábrego, del FMI.

    En el comunicado oficial, al término de la estancia de la delegación internacional, se expresa de manera diplomática y más finamente los resultados que son los mismos, parecidos o similares que en ocasiones anteriores.

    “Las conversaciones han sido productivas y se han logrado importantes avances hacia el logro de un acuerdo sobre políticas macroeconómicas en Honduras así como mejorar las condiciones para un crecimiento económico sostenible y apoyar los esfuerzos para reducir la pobreza de una manera fiscalmente viable”.

    Una vez más, el gasto corriente en permanente alza por la masa salarial en detrimento de la inversión pública ocupó espacio en las negociaciones en las que minuciosamente se examinó y constató que el pago de la planilla representa la gran erogación, junto a la deuda pública. Esto mismo señala el documento final: “Acordamos que la reducción en el nivel de gastos debe ser acompañada por cambios en su composición con el fin de crear espacio para el gasto social”.

    La próxima cita en la capital de la Unión Americana es otra oportunidad para suscribir el acuerdo que sigue pendiente por los déficit de la administración pública y de la empresa eléctrica. No es pura coincidencia la renuncia del gerente de la Enee.