25/04/2024
11:19 PM

Palmadas y bandada

    Unas palmadas fueron suficientes para que la bandada de pájaros volara y ahora, pese a estar identificados, no se pueden ubicar, pues los pájaros y pájaras de cuenta saben volar y ya tenían preparada la ruta migratoria, incluso hasta con indicaciones destinadas a confundir.

    Según la Fiscalía, unas 60 personas pueden ser acusadas en el macrorrobo en el Instituto Hondureño de Seguridad, sin embargo se cuentan con los dedos de las manos los requerimientos emitidos incluyendo la cúpula, la directiva integrada por funcionarios, empresarios, trabajadores y médicos, pues la mayoría mantienen el distintivo genérico de “domicilio desconocido”.

    Duele que no haya medicamentos, que los reactivos para laboratorio se entreguen a cuentagota, que ni siquiera los médicos dispongan de papel membretado para extender las recetas, que en la farmacia a las empleadas se les haya sumado la tarea de hacer artesanalmente las bolsas para entregar medicamentos y, que la impunidad, que va ganando terreno con el correr de los días, sea nuevamente la gran triunfadora.

    La Fiscalía tiene líneas de investigación abiertas que territorialmente llegan hasta Chile y Estados Unidos y, profesionalmente, la variedad es superabundante. La red es tal que hay “empresas de portafolio”, de “fachada” y de maletín. Estas últimas son las más abundantes y las que, como hiena, esperan a la presa, y para ello cuentan con el contacto, cuanto más arriba mejor.

    La necesidad de un golpe de efecto es cada vez más acuciante para los derechohabientes que ven cómo transcurren los meses entre informaciones en los medios de comunicación y declaraciones de los interventores o del Ministerio Público, pero de lo más importante, los protagonistas, casi nada de nada.

    No es por venganza, es por compensación al sacrificio personal y familiar de los beneficiarios del Seguro; por justicia, pues el saqueo se ha hecho a los recursos provenientes de las cuotas personal y patronal; por la necesidad de atacar frontalmente la impunidad para no seguir en manos de la mafia y, para mostrar por fin, la disposición de cambio de arriba hacia abajo, no en el nivel inferior, mientras aplauden en galería los protegidos y privilegiados.

    Hay demasiado en juego en la crisis del Seguro Social para dejar que el paso de los meses y los años vaya cubriendo con el olvido el escándalo, que cuesta diariamente sangre, sudor y lágrimas pues está de por medio la vida de muchos hondureños.

    Los pájaros volaron al escuchar las palmadas que desde confortables oficinas, ocupadas por “gargantas profundas”, alertaron de lo que se les venía encima.