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El Papa tiende la mano a China para iniciar relaciones diplomáticas

  • 17 agosto 2014 /

Francisco se encuentra en Corea del Sur donde ha llamado al 'diálogo' a los países asiáticos para establecer relaciones con la Iglesia Católica

Seúl, Corea del Sur.

El papa Francisco tendió hoy la mano a países como China o Corea del Norte para entablar un diálogo con el Vaticano e iniciar relaciones diplomáticas, lo que allanaría el camino a la expansión del catolicismo en Asia.

'Tengo la total confianza de que los países de este continente con los que la Santa Sede no tiene aún una relación plena avancen sin vacilaciones en un diálogo que a todos beneficiará', apuntó el pontífice en su cuarta jornada de visita a Corea del Sur ante un grupo de unos 70 obispos asiáticos en el santuario de Haemi (oeste).

El Vaticano no mantiene relaciones con China, Corea del Norte, Laos, Birmania, Bután y Brunei, mientras con Vietnam han empezado los primeros contactos y acuerdos en relación al nombramiento de obispos.

Aunque el pontífice no ha mencionado ningún país en concreto, ha habido unanimidad a la hora de interpretar que el principal objetivo de sus palabras era el Gobierno de Pekín, con quien la Santa Sede tiene unas tensas relaciones.

El papa envió un telegrama con sus 'mejores deseos' al presidente chino, Xi Jinping, y a la población del país poco antes de que el avión papal sobrevolara por primera vez la potencia asiática.

Los datos de Roma señalan que en China existen entre 8 y 12 millones de católicos, divididos entre los pertenecientes a la Iglesia oficial o 'Patriótica' -controlada por el Gobierno comunista- y la clandestina, en comunión con Roma y perseguida por Pekín.

La relaciones con Corea del Norte se presentan más complicadas y el régimen de Kim Jong-un rechazó la invitación de Archidiócesis de Seúl para que asistiera una delegación católica a la misa por la paz y la reconciliación que tendrá lugar mañana en la catedral de Myeongdong de la capital surcoreana.

En Corea del Norte la Constitución garantiza la libertad de culto y existen algunas iglesias supervisadas por el Estado en Pyongyang, pero los refugiados que escapan de este hermético país aseguran que el régimen reprime duramente cualquier tipo de práctica religiosa. EFE