El virus del chikungunya podría haber ingresado ya a Honduras, por lo que las autoridades de la Secretaría de Salud determinaron ayer emitir una alerta sanitaria por la existencia de tres casos sospechosos.
El chikungunya, que significa “aquel que se encorva”, es una afección diseminada por continuidad, es decir, de un país a otro vecino.
Al igual que el dengue, puede dar síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza, dolores en las articulaciones y dolor muscular unos tres o siete días después de ser picado por un mosquito infectado.
Sospechas
La ministra de Salud, Yolani Batres, informó que ya hay registro de tres casos sospechosos de chikungunya.
Detalló que las tres personas, dos adultos y un menor de edad, fueron identificadas en Tegucigalpa, Comayagua y Choluteca.
La funcionaria informó que los tres casos sospechosos habrían importado la enfermedad, ya que tienen registro de haber visitado la República Dominicana en las últimas semanas.
Explicó que en Honduras ni en otro país centroamericano puede ser diagnosticada esta enfermedad, por lo que las muestras serán enviadas al Centro de Control y la Prevención de Enfermedades en Atlanta, Estados Unidos, que confirmará o descartará los casos.
Ante esta situación, Batres informó que a partir de ayer “estamos en alerta sanitaria”, al tiempo que indicó que esta medida no es para alarmar a la población, sino para llamar a que se sumen a los esfuerzos de prevención y combate del zancudo.
En una segunda similitud con el dengue, el chikungunya es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, vector que tiene presencia en toda la región de las Américas.
Sin embargo, la enfermedad también es propagada por el Aedes albopictus, más conocido como el mosquito tigre, una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo y presente en Asia, África, Europa, Norteamérica y Suramérica.
Región
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud, hasta el momento el chikungunya ha sido confirmado en República Dominicana, Haití, Puerto Rico, El Salvador, entre otros.
Según Ana Treasure, representante de OPS/OMS en Honduras, lo único que en este momento se puede hacer “es prevenir el impacto”.
“Es una enfermedad incapacitante que tiene el potencial de hacer que las personas estén con mucho dolor y que no puedan ir a trabajar, que no puedan ir a las escuelas”, manifestó Treasure.
Señaló que como OPS se trabaja en conjunto con Salud en la capacitación de personal médico y de enfermería para identificar a estos pacientes.
La enfermedad
Para el doctor Francis Contreras, viceministro de Salud, esta nueva afección “no vino a saludarnos, vino a quedarse con nosotros”.
Detalló que esta afección tiene muy baja letalidad, pero puede producir dolores que incapacitan a una persona hasta por seis meses y que perduran hasta un año.
Señaló que además de la fiebre mayor de 39 grados, el chikungunya se manifiesta con dolor articular, dolor en la espalda y dolor de cabeza. Además puede producir sarpullido y náuseas.
Los bebés, ancianos, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas corren el mayor riesgo de contraer la enfermedad.
Los médicos recomiendan guardar reposo, tomar abundantes líquidos e ingerir acetaminofén para controlar la fiebre.
