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Honduras y El Salvador acuerdan trabajar por la paz de la región

  • 04 abril 2014 /

El mandatario electo de El Salvador, Salvador Sanchez Cerén, arribó a Honduras para conversar sobre isla Conejo y para invitar a su homólogo a que asista a su toma de posesión.

Tegucigalpa, Honduras

El presidente electo de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, realizó una visita de cortesía al mandatario hondureño Juan Orlando Hernández en la que se acordó trabajar para mejorar las relaciones entre ambas naciones.

'Honduras y El Salvador son países hermanos con profundas raíces comunes y al mismo tiempo desafíos y potencialidades que pueden ser abordados de mejor manera si estamos juntos y profundizamos nuestra hermandad', señaló el comunicado conjunto emitido tras la visita.

'Coincidimos en trabajar por una alianza estratégica para el desarrollo, el comercio y la inversión, por lo que aprovechamos para invitar a la hermana República de Nicaragua, para que trabajemos juntos en dicha alianza'.

Los mandatarios además resaltaron que 'somos pueblos amantes de la paz y como gobiernos privilegiamos los mecanismos de diálogos para enfrentar las situaciones que pueden presentarse, tanto en nuestra relación bilateral como en el marco de nuestra participación en foros regionales y mundiales'.

Heràndez y Cerén también manifestaron que 'como mandatarios de nuestros pueblos apostamos a desarrollar un diálogo constructivo, fluido y sostenido que nos permita estrechar aún más, los lazos que felizmente nos unen. Como herederos de Francisco Morazán y de Juan Lindo, reafirmamos nuestro compromiso con la integración centroamericana y trabajaremos juntos para fortalecer los procesos que nos lleven a una Centro América unida, en paz, democracia y en desarrollo'.

La visita de Sánchez Cerén a Honduras sirvió para que el presidente electo salvadoreño invitara al mandatario hondureño a su toma de posesión, que se realizará el 1 de junio.

Sanchez Cerén hizo una gira por toda la región centroamericana para presentarse ante sus homólogos y conversar de temas de interés mutuo.

El arribo de Sánchez Ceren se produjo a las 10 de la mañana de hoy sábado y fue recibido en los bajos de Casa Presidencial por el coordinador general del gabinete de Gobierno, Jorge Ramón Hernández Alcerro.

Los mandatarios se reunieron en Casa de Gobierno en donde abordaron, entre otros temas, el conflicto que ha retomado en el vecino país el todavía presidente Mauricio Funes, quien exigió a Honduras desalojar la isla Conejo.

Funes alega que la isla Conejo ubicada en el Golfo de Fonseca es de su país, mientras que Honduras se apega al fallo de 1992 de la Corte Internacional de Justicia y a la posesión histórica de la isla para ejecutar actos soberanos.

“En esta reunión con el presidente de Honduras vamos a abordar el tema de la isla Conejo desde la perspectiva no de generar contradicciones que violenten los mecanismos diplomáticos”, había prometido previamente Sánchez Cerén.

El mandatario electo agregó que el tema de isla Conejo debe ser analizado dentro del proceso de integración centroamericana y en el espíritu de hacer del Golfo de Fonseca un área de paz y desarrollo.

Luego apuntó que “hay un compromiso de El Salvador, Honduras y Nicaragua de convertir la región en una región de desarrollo y de paz”. Al mismo tiempo cuestionó que Honduras ha dado “un paso (en isla Conejo) sin consultar a El Salvador ni a Nicaragua”.

Isla de paz

La reacción de Honduras, ante las pretensiones de Nicaragua y El Salvador de convertir isla Conejo en “zona de paz”, fue prudente y apegada al derecho internacional.

Honduras, a través de la Presidencia de la República, emitió un comunicado ayer en el que apela a “revisar el estado del cumplimiento y ejecución de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de 1992”.

Honduras respondió de esa forma luego que los presidentes de Nicaragua y El Salvador, Daniel Ortega y Salvador Sánchez Céren, expresaran su deseo de convertir la isla Conejo en una “zona de paz, de comercio y de combate al narcotráfico”.

Ambas naciones se tomaron la libertad de opinar sobre un territorio que no les pertenece, pues Conejo, un islote de menos de un kilómetro cuadrado, históricamente ha pertenecido a Honduras.
De hecho, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ratificó ese derecho soberano de Honduras en su sentencia del 11 de septiembre de 1992.

En esa disputa, el tribunal mundial solamente incluyó tres de las islas del Golfo de Fonseca: Meanguera, Meanguerita y El Tigre. Esas tres islas eran las únicas donde existían dudas razonables de posesión soberana, es decir, en el resto de las islas (incluyendo Conejo) estaba clara la posesión de cada una de ellas. Es por eso que Honduras reiteró ayer, de la manera más respetuosa posible, a los países vecinos de El Salvador y de Nicaragua “respetar y apoyar decididamente la declaración conjunta suscrita en Managua el 4 de diciembre de 2012”.

Ese documento fue suscrito por Honduras, El Salvador y Nicaragua y acordaron varios compromisos, entre los que destaca “revisar el estado del cumplimiento y ejecución de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de 1992”. Hay que recordar que El Salvador alega que isla Conejo les pertenece. Nicaragua aparentemente apoya esa posición.

Que impere el diálogo

El Gobierno salvadoreño ha expresado malestar debido a una serie de actos soberanos que ha ejercido Honduras durante los últimos siete meses. El primero de ellos fue izar la bandera de Honduras el 1 de septiembre pasado, en conmemoración del Día de la Bandera, que a su vez marca el inicio de las fiestas patrias en Honduras.

El segundo acto y más significativo fue la construcción de un helipuerto en la isla. En el documento de la Casa Presidencial se pide además “acelerar la ejecución de la estrategia de desarrollo integral de la zona del Golfo de Fonseca, presentando un portafolio de proyectos en las áreas de desarrollo económico sostenible, medio ambiente y seguridad, con miras a la movilización de los recursos necesarios para la implementación de esos programas”.

Ayer en San Pedro Sula, el presidente Hernández dijo que el presidente electo de El Salvador le pidió un espacio para conversar.

“Es el presidente de un país hermano y vecino que vamos a estar toda la vida juntos uno a un lado de otro y vamos a hablar de Centroamérica, de Honduras de El Salvador y de cómo privilegiar el diálogo, el entendimiento y respetar lo que a cada quien le corresponde”.