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La demanda de gas impulsa las megaplantas flotantes

  • 03 abril 2014 /

Los altos costos están empujando a las compañías de energía al mar.

Washington, Estados Unidos

Los altos costos están empujando a las compañías de energía al mar.

En un esfuerzo por reducir gastos, un creciente número de productores de gas natural planea instalar plantas enteras de licuefacción en megabuques más grandes que un portaaviones en lugar de construir costosos complejos industriales en tierra.

Estas enormes fábricas de gas flotantes están creando un mercado multimillonario para astilleros asiáticos, especialmente para los surcoreanos Hyundai Heavy Industries Co., Samsung Heavy Industries Co. y Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering Co.

La nueva flota de plataformas flotantes de gas natural licuado (FLNG por sus siglas en inglés) también demuestra cómo la carrera por proveer gas barato a Asia está derribando barreras tecnológicas en el sector de hidrocarburos.

La exploración de crudo y gas cada vez se adentra y sumerge más en los océanos, y el tamaño de los descubrimientos de gas está disminuyendo, lo que hace que sea más económico construir una sola planta flotante y trasladarla a distintos sitios de extracción.

Hasta hoy, una vez que se ha perforado un pozo, el gas tiene que ser enviado por gasoductos submarinos a un complejo en tierra para ser licuado y luego puesto en los cargueros. Una FLNG acortaría este proceso y ahorraría costos: el gas natural licuado (GNL) sería cargado en un buque tanque en medio del mar para ser despachado a sus mercados de destino.

Una FLNG también toma “dos tercios del tiempo que su equivalente en tierra”, dice Ciaran McIntyre, director de proyectos de cumplimiento de la consultora Lloyd’s Register, en Corea del Sur. Un proyecto típico en tierra es propenso a retrasos burocráticos, altos precios de terrenos, elevados costos de mano de obra y rigurosas regulaciones medioambientales.

El concepto, sin embargo, no ha sido probado. Las instalaciones de hidrocarburos en buques existen desde hace décadas, pero estas plantas flotantes serán las primeras capaces de licuar gas a 160 grados bajo cero en alta mar.
“Es casi tan complicado como preparar un té en una bicicleta (en movimiento), pero tenemos la tecnología para hacerlo”, dice un ingeniero de un importante astillero surcoreano.

La primera FLNG probablemente operará en la costa colombiana en el primer trimestre de 2015, como parte de un proyecto conjunto entre la estadounidense Excelerate Energy LP y la canadiense Pacific Rubiales Energy Corp. La embarcación, que es construida en China por Wison Group, tendrá capacidad para producir 500.000 toneladas de gas al año.

Pero el proyecto del que más se habla es la FLNG llamada Prelude, liderado por la anglo-holandesa Royal Dutch Shell PLC con socios que incluyen la japonesa Inpex Corp., la estatal Korea Gas Corp. y la taiwanesa CPC Corp.

Se prevé que Prelude se convierta en la mayor estructura flotante construida hasta la fecha. Tendrá 488 metros de largo, o más de cuatro canchas de fútbol, y 74 metros de ancho. Su capacidad de producción de 3,6 millones de toneladas de GNL al año sería suficiente para suplir la demanda anual de gas de Hong Kong. En comparación, el buque de carga Triple-E de Maersk, el más grande de su tipo del mundo, mide 400 metros de largo y 59 metros de ancho.

El tamaño de Prelude es una prueba para la destreza de los astilleros surcoreanos y la embarcación está siendo diseñada para soportar las condiciones medioambientales más duras en el mar, incluidos ciclones de categoría 5, asegura Alain Poincheval, director del proyecto en Technip. Se espera que Samsung Heavy Industries concluya su construcción en el primer semestre de 2016 a un costo estimado de entre US$11.000 millones y US$12.000 millones.

Entre otros proyectos en desarrollo figuran el Browse de Woodside Petroleum Ltd., frente a las costas de Australia; el Abadi de Shell, en Indonesia; y dos de la estatal malasia Petroliam Nasional Bhd.

En total, hay casi 30 proyectos en todo el mundo, incluidos 14 en Estados Unidos y seis en Canadá, con una capacidad para agregar 120 millones de toneladas al suministro de gas en la próxima década, dice la firma Next Decade LLC.