Huixtla, Chiapas.
Óscar Amílcar López Rosa y sus dos hijos salieron con muchas esperanzas de su natal Ocotepeque en Honduras con el anhelo de llegar a Estados Unidos y cambiar el rumbo de sus vidas, ellos son parte de los más de cinco mil que partieron en la caravana de migrantes.
Avanzaron en la caravana y todo iba bien, lograron pasar las fronteras entre Guatemala y México y cuando caminaban hacia Huixtla, Chiapas, el pequeño Óscar Amílcar de 10 años se le perdió en un abrir y cerrar de ojos.
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'Un muchacho que es tío de una muchacha que anda conmigo lo tomó de la mano y me lo dejó perdido, yo estaba bañándome cuando él se lo trajo desde Chiapas', dice este hondureño con lágrimas en los ojos y de quien no se conoce la identidad.
Su hermano mayor de 13 años dice que en segundos se les perdió entre la multitud. 'Nosotros lo dejamos, se vino con un muchacho a bañarse pero en realidad no se vino con él', dijo el jovencito.
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Manuelita Sánchez, una de las mexicanas voluntarias que reparte comida a la caravana, dijo que miró que todos agarraban camino, menos el hondureño con su hijo.
'Lo vi triste, todos se fueron menos ellos, le pregunté que le pasaba y me dijo que había perdido a su hijo, le dijo no se como pero lo vamos a encontrar', expresó la mexicana.
Hoy sus sueños se convirtieron en una verdadera pesadilla, pues la búsqueda del pequeño Amíilcar continúa entre la angustia y la esperanza de volverse a reencontrar.
