26/04/2024
12:56 AM

Dos hondureñas, primeras de la caravana que tramitan asilo

Tesla Rich (29) y su bebé de nueve meses, así como Gabriela Hernández (27) y sus hijos Omar y Jonathan, primeras en pasar por la garita San Ysidro, en San Diego, California.

Tegucigalpa, Honduras.

Fueron ocho migrantes los que admitió el lunes anterior la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos para iniciar la recepción de solicitudes de asilo de los cientos de migrantes que desde el 25 de marzo salieron en Caravana desde Tapachula, Chiapas.

La primera en cruzar a suelo estadounidense fue Telsa Rich (de 29), originaria de Honduras, quien con su bebé Valentina, de apenas nueve meses, cruzó la garita San Ysidro, en San Diego, California, para someterse al proceso de entrevista en busca de asilo.

Tesla no podía creer que el sacrificio de viajar en el tren, caminar, soportar el frío y calor tenía frutos, y aunque mostraba la emoción por la posibilidad de quedarse en Estados Unidos, su alegría no era completa. Tesla lloraba, tuvo que separarse de su esposo en Tijuana, siguendo la recomendación que le dieron los abogados de que debía entrar sola con su hija.

Estaba despedazada y antes de ingresar agradeció a Dios y le pidió que pronto su esposo pueda unirse ellas no tiene familiares en la Unión Americana y espera que alguien pueda apoyarla si la dejan quedarse.

Hondureñas
Tesla Rich, entre las primeras migrantes para someterse a la entrevista de asilo en San Ysidro. Viajó con su hija Victoria, de nueve meses. Foto: Pedro Ultreras


Valentina ignora todo lo que a su corta edad ha tenido que pasar, ella solo sabe que a lo largo de estos 31 días de camino en México se convirtió en la adoración de toda la gente que la acompañó en la caravana. Todos querían cargarla y ella no se oponía, sus ojos vivarachos estaban atentos para lanzar sus bracitos y dejarse consentir. La fatiga se transformó en alegría y ahora otros migrantes esperan correr la misma suerte.

La segunda hondureña que logró ser admitida es Gabriela Hernández (27) y sus hijos
Omar y Jonathan.

A la intemperie

No importan las condiciones, los migrantes están a la espera y permanecen a la intemperie, esperando que sean llamados para la entrevista que les abre la posiblidad que su petición de asilo sea estudiada.

Duermen en colchonetas que personas caritativas les han dado, se protegen con toldos y otros en tiendas de campaña.

Hondureñas
La hondureña Gabriela Hernández también fue admitida para iniciar su solicitud de asilo. Está embarazada y viaja junto a sus dos hijos. Foto: Guillermo Arias/CNN


Entre la noche del lunes y ayer, 25 centroamericanos han sido admitidos para iniciar su solicitud de asilo, un estatus que pueden obtener aquellos que comprueben de alguna manera que volver a sus países de origen puede poner en riesgo sus vidas.

La mayoría de ese primer grupo son mujeres y niños, informó Gina Garibo, integrante de Pueblo Sin Frontera, organizadora de la caravana.

“Si los dejaron pasar es porque van a permitírselo al resto porque saben que huyen de la violencia en sus países”, había dicho previamente Irineo Mujica, de la misma organización.

En el campamento improvisado que está justo en el muro de la frontera, hay optimismo, tienen fe de cruzar, y mientras obedecen la recomendación de la agencia federal, que deben esperar mientras tramitan los casos de aquellos que están ya en las instalaciones de CBP.

No se sabe cuántos serán atendidos, dependerá de la complejidad de cada caso, de los recursos disponibles, de traductores y celdas.