San Pedro Sula, Honduras.
A medida que la temperatura sube y el sol se vuelve más intenso, las playas del litoral atlántico comienzan a recibir a más hondureños y extrajeros y se convierten en los principales lugares para la distracción en este verano.
Periodistas de LA PRENSA que recorrieron Omoa y Puerto Cortés observaron ayer que luego de un extenso período de desolación, a causa de bajas temperaturas que imperaron en los últimos meses, las playas de estos municipios recobraron la vida con la llegada masiva de bañistas.
A mediodía, por ejemplo, familias completas, grupos de amigos y amigas, se sumergieron en el mar de Omoa y Puerto Cortés, mientras en San Pedro Sula prevalecía una temperatura superior a los 35 grados.
La playa pública de Puerto Cortés, en contraste con la de Omoa, era la que ayer se encontraba más concurrida por los bañistas que llegaron en mayor número después de las 12:00 m.
En Omoa, algunas familias, después de visitar el Museo de Antropología e Historia y la Fortaleza de San Fernando se sentaron en el pequeño muelle para lanzar anzuelos y pescar.
“La playa se ve bastante limpia. Me parece que las personas que hacen comercio se dedicaron a mantenerla así para aprovechar cuando llegue la temporada de verano”, dijo Angie Portillo, quien viajó desde San Pedro Sula.
Portillo dice que no miró “tanta presencia de personas como en otras ocasiones” vista en años anteriores, pero ella y sus amistades “la pasaron muy bien”.
Para propietarios de restaurantes de Omoa, un lugar que se caracteriza por ofrecer una variedad de platos de mariscos, la llegada de bañistas despierta entusiamo porque aumenta las ventas que entre octubre y enero se mantuvieron deprimidas por la baja afluencia.
A medida que la temperatura sube y el sol se vuelve más intenso, las playas del litoral atlántico comienzan a recibir a más hondureños y extrajeros y se convierten en los principales lugares para la distracción en este verano.
Periodistas de LA PRENSA que recorrieron Omoa y Puerto Cortés observaron ayer que luego de un extenso período de desolación, a causa de bajas temperaturas que imperaron en los últimos meses, las playas de estos municipios recobraron la vida con la llegada masiva de bañistas.
| Angie Portillo y Mariam Canizales ayer viajaron de San Pedro Sula a Omoa para disfrutar de las playas de este municipio caribeño.
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La playa pública de Puerto Cortés, en contraste con la de Omoa, era la que ayer se encontraba más concurrida por los bañistas que llegaron en mayor número después de las 12:00 m.
En Omoa, algunas familias, después de visitar el Museo de Antropología e Historia y la Fortaleza de San Fernando se sentaron en el pequeño muelle para lanzar anzuelos y pescar.
| Familias y grupos de amigos de todo el departamento de Cortés se sumergieron en el mar en un intento de escapar de las altas temperaturas que ya se asoman en San Pedro Sula.
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Portillo dice que no miró “tanta presencia de personas como en otras ocasiones” vista en años anteriores, pero ella y sus amistades “la pasaron muy bien”.
Para propietarios de restaurantes de Omoa, un lugar que se caracteriza por ofrecer una variedad de platos de mariscos, la llegada de bañistas despierta entusiamo porque aumenta las ventas que entre octubre y enero se mantuvieron deprimidas por la baja afluencia.
Los hoteles de playa de estos dos municipios también comienzan a registrar un alza ocacional los fines de semana.
Pese a que hay más fluido automovilístico los domingos de San Pedro Sula a Puerto Cortés, periodistas de LA PRENSA observaron escasa presencia policial. Solamente había un retén en la salida de San Pedro Sula.
