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Derroche de color y tradición en el año nuevo lunar chino

  • 28 enero 2017 /

La comunidad china del mundo celebró ayer el comienzo del Año del Gallo de Fuego, de acuerdo con la tradición china, estará marcado por la búsqueda de justicia

    Hong Kong, China

    Un multicolor desfile capitaneado por una figura gigante de un gallo hecha con piezas de Lego protagonizó ayer la celebración para dar la bienvenida al Año del Gallo en Hong Kong, donde miles de personas presenciaron la multitudinaria y tradicional cabalgata para recibir el Año Nuevo Chino.

    Acróbatas, dragones animados, bailarines chinos y bandas de música, entre otros grupos llegados de todo el mundo, conquistaron las calles del barrio de Tsim Tsa Tsui, en la península de Kowloon.

    La hora y media de música, artes marciales, danza, acrobacia y folclore que invade las calles hongkoneses se presenta como una forma popular de saludar el año que comienza.

    El evento de este año coincide con la conmemoración del 20 aniversario de la cesión de Hong Kong a China, dotando al evento de mayor color y participación. Tambores, leones chinos, dragones de colores, petardos y globos gigantes ambientaron la marcha de las carrozas y los artistas.

    El Año Nuevo Lunar Chino da inicio al Festival de la Primavera, que termina oficialmente con el Festival de las Linternas, 14 días después.

    Durante este tiempo, las celebraciones están cargadas de alto contenido tradicional en Hong Kong, donde las calles se engalanan con farolillos rojos y árboles de mandarinas que simbolizan buena fortuna y prosperidad, mientras las danzas de los leones se ven de forma asidua por toda la ciudad.

    El inicio del siguiente año chino, el 4716 se celebrará el 16 de febrero de 2018.

    Los restaurantes ofrecen menús especiales, como el Poon Choi, una mezcla de setas secas, gambas, pollo y muchos otros ingredientes locales, que simboliza prosperidad y armonía familiar. Los dulces elaborados con bolas de arroz rellenas de sésamo, cacahuete o alubias son otra tradición común entre las familias chinas por su simbolismo de reunión y unidad.

    Las cajas de caramelos y bombones se convierten en un regalo casi obligado en cada casa que se visita en estos días.

    Las tradiciones taoístas, fuertemente arraigadas en Hong Kong, toman protagonismo esos días en múltiples templos repartidos por la multitudinaria ciudad, que se convierten en una colmena de actividad y gente.

    Incienso y papeles de color rojo con deseos inscritos se queman sin cesar frente a los altares con la creencia de que el humo lleva oraciones al cielo, entre las frutas y otros alimentos que descansan al pie de los altares a modo de ofrendas. El Año Nuevo da paso a siete días de vacaciones para la mayor parte de los chinos, el llamado Festival de Primavera, marcado por un éxodo masivo de cientos de millones de personas a sus pueblos natales para reunirse con sus familias y celebrar opíparos banquetes.

    La fecha del primer día del calendario chino, cuando se ve desde el calendario gregoriano, varía de un año a otro, pero siempre cae entre el 21 de enero y el 21 de febrero.