Tegucigalpa, Honduras.
Asegurando que no tienen un lempira en la bolsa, llegaron hasta la Secretaría de Seguridad decenas de expolicías separados recientemente de la institución.
Enardecidos, según ellos por el incumplimiento de pago de sus derechos laborales, los exagentes del orden decidieron tomarse los portones que dan acceso a las oficinas de dicho despacho.
“Nos tiraron como perros de la institución y hoy no tenemos ni cómo darles de comer a nuestros hijos”, gritaban con la intención de ser escuchados por los que aún rigen la institución armada.
Los protestantes adujeron que desde que fueron despedidos no han tenido ninguna respuesta positiva sobre el cumplimiento de los derechos adquiridos durante sus años de trabajo en la Policía Nacional.
“Nos despidieron hace 28 días y aún no sabemos cuándo nos van a pagar, ya es demasiado”, manifestaron.
El grupo reclamó que no se les haya pagado el monto correspondiente a los aguinaldos, que por ley debería de pagárseles aunque fuese proporcional, ya que el último mes no lo laboraron.
Depurados
El grupo de protesta resultó depurado el pasado 22 de noviembre cuando la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional emitió el comunicado número 30 en el que solicitó se hicieran efectivos tales despidos.
En esa ocasión fueron cancelados 266 policías de la Unidad Metropolitana de Prevención No. 2 de Belén, del Distrito Central, de donde eran parte los expolicías que ayer exigieron sus prestaciones laborales.
Autoridades
El secretario de la comisión depuradora, Omar Rivera, argumentó que “el procedimiento es el ordinario como en cualquier institución de Estado que incorpora a servidores públicos”.
Una vez notificados, estos policías deberían entregar los artículos asignados por la Secretaría para obtener su finiquito, posteriormente a esto se pagará su indemnización, explicó Rivera. Similar posición sostuvo el subdirector de la Policía Nacional, general Quintín Juárez, al expresar que es un proceso que por lo menos llevaría un mes para que los ahora expolicías recibieran su pagos.
Al cabo de unos minutos los alterados protestantes acordaron en individualizar cada caso para su pago.
Asegurando que no tienen un lempira en la bolsa, llegaron hasta la Secretaría de Seguridad decenas de expolicías separados recientemente de la institución.
Enardecidos, según ellos por el incumplimiento de pago de sus derechos laborales, los exagentes del orden decidieron tomarse los portones que dan acceso a las oficinas de dicho despacho.
“Nos tiraron como perros de la institución y hoy no tenemos ni cómo darles de comer a nuestros hijos”, gritaban con la intención de ser escuchados por los que aún rigen la institución armada.
Los protestantes adujeron que desde que fueron despedidos no han tenido ninguna respuesta positiva sobre el cumplimiento de los derechos adquiridos durante sus años de trabajo en la Policía Nacional.
“Nos despidieron hace 28 días y aún no sabemos cuándo nos van a pagar, ya es demasiado”, manifestaron.
El grupo reclamó que no se les haya pagado el monto correspondiente a los aguinaldos, que por ley debería de pagárseles aunque fuese proporcional, ya que el último mes no lo laboraron.
Depurados
El grupo de protesta resultó depurado el pasado 22 de noviembre cuando la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional emitió el comunicado número 30 en el que solicitó se hicieran efectivos tales despidos.
En esa ocasión fueron cancelados 266 policías de la Unidad Metropolitana de Prevención No. 2 de Belén, del Distrito Central, de donde eran parte los expolicías que ayer exigieron sus prestaciones laborales.
Autoridades
El secretario de la comisión depuradora, Omar Rivera, argumentó que “el procedimiento es el ordinario como en cualquier institución de Estado que incorpora a servidores públicos”.
Una vez notificados, estos policías deberían entregar los artículos asignados por la Secretaría para obtener su finiquito, posteriormente a esto se pagará su indemnización, explicó Rivera. Similar posición sostuvo el subdirector de la Policía Nacional, general Quintín Juárez, al expresar que es un proceso que por lo menos llevaría un mes para que los ahora expolicías recibieran su pagos.
Al cabo de unos minutos los alterados protestantes acordaron en individualizar cada caso para su pago.
