Tegucigalpa, Honduras.
Los pusieron boca abajo y abrieron fuego contra ellos. Tres encapuchados, con chalecos y fuertemente armados, perpetraron una masacre en la comunidad de Yaguacire, al sur de la capital. En el mortal ataque, seis personas perdieron la vida y una resultó herida.
Los occisos son Luis Enrique Ávila Castillo (de 17 años), Héctor David Santos Moncada (de de 26), Juan Ramón Amador (de 30), Alejandro Antonio Baca Martínez (de 27), Diego Armando Valeriano Valladares y Manuel de Jesús Bustillo Sierra (ambos de 21).
El homicidio múltiple ocurrió en el interior de una humilde vivienda, en la que a las 9:00 pm del sábado un grupo de unas 20 personas se preparaban para celebrar el cumpleaños de una joven mujer, hermana de uno de los ahora occisos y prima de otra de las víctimas.
Cuatro de los abatidos vivían en Yaguacire y dos en la colonia Reynel Fúnez.
“Manuel no se metía con nadie y yo presentía algo porque me dijo que en mi cumpleaños me quería ver feliz y que daría la vida por mí. Sin él no sé qué voy a hacer”, dijo Dunia Bustillo, hermana de la víctima. La balacera se produjo en la sala de la vivienda, ahí quedaron tirados cinco de los cadáveres, pues las personas murieron casi al instante; otra de las víctimas falleció en la sala de emergencias del Hospital Escuela, hasta donde fue trasladada junto con una mujer que resultó herida de un balazo en un dedo. Lo que causó terror en la familia al momento del ataque es que en uno de los cuartos estaba una bebé de apenas dos meses, y en la sala y en el patio también estaban otros menores de edad. Después de cometer la masacre, los encapuchados se fueron caminando por una calle poco transitada que conecta a la colonia Ramón Villeda Morales, aledaña a la comunidad de Yaguacire.
Hipótesis
Las investigaciones preliminares de la Policía Nacional establecen que el sangriento hecho se pudo originar por enemistades personales con uno de los ahora muertos o por pleito de territorio entre pandillas.
Trascendió que a la fiesta llegaron dos jóvenes residentes de la colonia Reynel Fúnez, adonde domina la pandilla MS-13, y fueron atacados por integrantes de la mara 18, que domina en la colonia Villeda Morales, y se quiere extender a Yaguacire, por lo que no permiten que lleguen de la mara contraria a las zonas aledañas.
Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) llegaron al lugar del crimen a levantar evidencias y pesquisas del múltiple crimen. “Será hasta que se concluya con las investigaciones del caso que se dará a conocer una versión oficial”, dijo Luis Osavas Olivera, vocero de la Secretaría de Seguridad.
“Se va a verificar si las víctimas tenían antecedentes penales, aunque los familiares dicen que eran trabajadores; pero eso está en proceso de investigación”, recalcó Osavas.
Desde las primeras horas de la mañana de ayer, los familiares llegaron a retirar los cadáveres. El primero en ser entregado fue el de Juan Ramón Amador, luego los de Luis Enrique Ávila y Héctor David Santos Moncada. Horas más tarde, los familiares retiraron los cuerpos de Manuel de Jesús Bustillo Sierra, Alejandro Antonio Baca y Diego Armando Valeriano Valladares.
Los pusieron boca abajo y abrieron fuego contra ellos. Tres encapuchados, con chalecos y fuertemente armados, perpetraron una masacre en la comunidad de Yaguacire, al sur de la capital. En el mortal ataque, seis personas perdieron la vida y una resultó herida.
Los occisos son Luis Enrique Ávila Castillo (de 17 años), Héctor David Santos Moncada (de de 26), Juan Ramón Amador (de 30), Alejandro Antonio Baca Martínez (de 27), Diego Armando Valeriano Valladares y Manuel de Jesús Bustillo Sierra (ambos de 21).
El homicidio múltiple ocurrió en el interior de una humilde vivienda, en la que a las 9:00 pm del sábado un grupo de unas 20 personas se preparaban para celebrar el cumpleaños de una joven mujer, hermana de uno de los ahora occisos y prima de otra de las víctimas.
Cuatro de los abatidos vivían en Yaguacire y dos en la colonia Reynel Fúnez.
“Manuel no se metía con nadie y yo presentía algo porque me dijo que en mi cumpleaños me quería ver feliz y que daría la vida por mí. Sin él no sé qué voy a hacer”, dijo Dunia Bustillo, hermana de la víctima. La balacera se produjo en la sala de la vivienda, ahí quedaron tirados cinco de los cadáveres, pues las personas murieron casi al instante; otra de las víctimas falleció en la sala de emergencias del Hospital Escuela, hasta donde fue trasladada junto con una mujer que resultó herida de un balazo en un dedo. Lo que causó terror en la familia al momento del ataque es que en uno de los cuartos estaba una bebé de apenas dos meses, y en la sala y en el patio también estaban otros menores de edad. Después de cometer la masacre, los encapuchados se fueron caminando por una calle poco transitada que conecta a la colonia Ramón Villeda Morales, aledaña a la comunidad de Yaguacire.
 Agentes de la DPI llegaron a la casa adonde ocurrió el crimen.
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Las investigaciones preliminares de la Policía Nacional establecen que el sangriento hecho se pudo originar por enemistades personales con uno de los ahora muertos o por pleito de territorio entre pandillas.
Trascendió que a la fiesta llegaron dos jóvenes residentes de la colonia Reynel Fúnez, adonde domina la pandilla MS-13, y fueron atacados por integrantes de la mara 18, que domina en la colonia Villeda Morales, y se quiere extender a Yaguacire, por lo que no permiten que lleguen de la mara contraria a las zonas aledañas.
Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) llegaron al lugar del crimen a levantar evidencias y pesquisas del múltiple crimen. “Será hasta que se concluya con las investigaciones del caso que se dará a conocer una versión oficial”, dijo Luis Osavas Olivera, vocero de la Secretaría de Seguridad.
“Se va a verificar si las víctimas tenían antecedentes penales, aunque los familiares dicen que eran trabajadores; pero eso está en proceso de investigación”, recalcó Osavas.
Desde las primeras horas de la mañana de ayer, los familiares llegaron a retirar los cadáveres. El primero en ser entregado fue el de Juan Ramón Amador, luego los de Luis Enrique Ávila y Héctor David Santos Moncada. Horas más tarde, los familiares retiraron los cuerpos de Manuel de Jesús Bustillo Sierra, Alejandro Antonio Baca y Diego Armando Valeriano Valladares.
 El dolor invadió a las familias.
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