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Tegucigalpa, Honduras.
Alegría, entusiasmo y entrega, tres palabras que definen el sentimiento con el que los hondureños celebraron en todos los rincones del país la fiesta por el 195 aniversario de independencia patria.
La más grande celebración de la nación se vivió con enorme intensidad en la capital, adonde casi 80 colegios participaron en la jornada cívica.
A las 7:00 am, el paso firme de la escolta de banderas de la Academia Militar Francisco Morazán marcó el punto de partida de los desfiles patrios del 15 de septiembre.
Como ya es una tradición, este evento que derrocha patriotismo se realizó desde inmediaciones del Hospital Escuela hasta el estadio Tiburcio Carías Andino.
El complejo deportivo albergó a un sinnúmero de hondureños que presenciaron la extensa jornada de desfiles, de la misma forma en que lo hicieron el presidente de la república, Juan Orlando Hernández, y su familia.
Al acto también asistieron parte del gabinete de gobierno y los presidentes del Poder Legislativo, Mauricio Oliva, y del Poder Judicial, Rolando Argueta.
Además, fue invitado el cuerpo diplomático acreditado en Honduras; entre ellos, los embajadores de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, que también festejaron con orgullo la independencia de Centroamérica.
Ejemplares
Este año fueron 79 los institutos públicos y privados que dijeron presente en este evento que estuvo lleno de patriotismo y que dejó más que claro el amor que guarda la nueva generación por Honduras.
La energía de los jovencitos no se hizo esperar, y al son de la contagiosa música de las bandas de guerra y marciales se desarrolló el festejo que tuvo cuadros tradicionales y otros espectáculos de cultura y arte.
Entre las presentaciones más esperadas estaban las de las encantadoras palillonas, quienes en solo minutos “hechizaron” los corazones de los espectadores que se deleitaron con el dulce meneo que las identifica.
Entre las bastoneras más destacadas estuvieron las chicas del Central Vicente Cáceres, también las del instituto Modelo y las jóvenes del instituto San Francisco.
Pero este último centro educativo también arrancó grandes aplausos de los presentes por su cuadro Tributo a los mayas, en el que simularon un ritual de bendición de los antepasados.
Un momento similar se vivió después de que el coro de Villa de las Niñas entonara la canción “Mira Honduras”, de Paul Hughes, más conocido como Polache.
Pero este año, los institutos unificaron sus ideas para rendirle un tributo al también cantautor hondureño Guillermo Anderson.
Muchas fueron las bandas que recordaron sus grandes éxitos como “El encarguito” y “Dale play a la esperanza”.
La música no paró y continuó en el show de Marca País, que mostró parte de la danza garífuna y folclórica.
El público también se sorprendió con la participación en este desfile del instituto católico San Francisco, que después de 23 años de no integrarse en este festejo decidió reaparecer.
El centro de educación privada brindó a los presentes un espectáculo con sus palillonas y su banda de guerra, por lo cual recibió muchos aplausos y con esto confirmó su regreso.
Este instituto había participado por última vez en 1993, pero ese 15 de septiembre tuvo un altercado con los estudiantes del Central, lo que luego provocó su ausencia.
Tributo
Al llegar las 12:00 m, el silencio albergó los tambores de las bandas de guerra para entonar las sagradas notas del Himno Nacional de Honduras.
El glorioso canto lo interpretó el coro de la Universidad de San Pedro Sula (Usap).
Justo después, el presidente Hernández Alvarado envió un corto mensaje a la población en el que solicitó hacer las cosas bien.
“Pidámosle a Dios que nos acompañe; trabajemos incansablemente por el éxito”, expresó el mandatario.
Enfatizó que solo el trabajo que se haga en la actualidad podrá asegurar un país próspero a las nuevas generaciones. Al culminar el discurso fue el turno de las Fuerzas Armadas de Honduras, que junto con la Fuerza Aérea Hondureña realizó un simulacro de rescate de personas en caso de desastre natural.
Alegría, entusiasmo y entrega, tres palabras que definen el sentimiento con el que los hondureños celebraron en todos los rincones del país la fiesta por el 195 aniversario de independencia patria.
La más grande celebración de la nación se vivió con enorme intensidad en la capital, adonde casi 80 colegios participaron en la jornada cívica.
A las 7:00 am, el paso firme de la escolta de banderas de la Academia Militar Francisco Morazán marcó el punto de partida de los desfiles patrios del 15 de septiembre.
Como ya es una tradición, este evento que derrocha patriotismo se realizó desde inmediaciones del Hospital Escuela hasta el estadio Tiburcio Carías Andino.
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" Cada padre hace una inversión mínima de 2,000 lempiras en la indumentaria que sus hijos utilizan en esta fecha.
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Al acto también asistieron parte del gabinete de gobierno y los presidentes del Poder Legislativo, Mauricio Oliva, y del Poder Judicial, Rolando Argueta.
Además, fue invitado el cuerpo diplomático acreditado en Honduras; entre ellos, los embajadores de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, que también festejaron con orgullo la independencia de Centroamérica.
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" Los colegiales demostraron su formación académica con impresionantes actos culturales que engalanaron el festejo a la nación.
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Este año fueron 79 los institutos públicos y privados que dijeron presente en este evento que estuvo lleno de patriotismo y que dejó más que claro el amor que guarda la nueva generación por Honduras.
La energía de los jovencitos no se hizo esperar, y al son de la contagiosa música de las bandas de guerra y marciales se desarrolló el festejo que tuvo cuadros tradicionales y otros espectáculos de cultura y arte.
Entre las presentaciones más esperadas estaban las de las encantadoras palillonas, quienes en solo minutos “hechizaron” los corazones de los espectadores que se deleitaron con el dulce meneo que las identifica.
Entre las bastoneras más destacadas estuvieron las chicas del Central Vicente Cáceres, también las del instituto Modelo y las jóvenes del instituto San Francisco.
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" Pese al ardiente sol, nadie dejó de lucir y demostrar su talento.
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Un momento similar se vivió después de que el coro de Villa de las Niñas entonara la canción “Mira Honduras”, de Paul Hughes, más conocido como Polache.
Pero este año, los institutos unificaron sus ideas para rendirle un tributo al también cantautor hondureño Guillermo Anderson.
Muchas fueron las bandas que recordaron sus grandes éxitos como “El encarguito” y “Dale play a la esperanza”.
La música no paró y continuó en el show de Marca País, que mostró parte de la danza garífuna y folclórica.
El público también se sorprendió con la participación en este desfile del instituto católico San Francisco, que después de 23 años de no integrarse en este festejo decidió reaparecer.
El centro de educación privada brindó a los presentes un espectáculo con sus palillonas y su banda de guerra, por lo cual recibió muchos aplausos y con esto confirmó su regreso.
Este instituto había participado por última vez en 1993, pero ese 15 de septiembre tuvo un altercado con los estudiantes del Central, lo que luego provocó su ausencia.
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" Al son de las bandas musicales, las calles capitalinas y el estadio Nacional vibraron de emoción.
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Al llegar las 12:00 m, el silencio albergó los tambores de las bandas de guerra para entonar las sagradas notas del Himno Nacional de Honduras.
El glorioso canto lo interpretó el coro de la Universidad de San Pedro Sula (Usap).
Justo después, el presidente Hernández Alvarado envió un corto mensaje a la población en el que solicitó hacer las cosas bien.
“Pidámosle a Dios que nos acompañe; trabajemos incansablemente por el éxito”, expresó el mandatario.
Enfatizó que solo el trabajo que se haga en la actualidad podrá asegurar un país próspero a las nuevas generaciones. Al culminar el discurso fue el turno de las Fuerzas Armadas de Honduras, que junto con la Fuerza Aérea Hondureña realizó un simulacro de rescate de personas en caso de desastre natural.
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La euforia de la población que presenciaba el sobrevuelo de los helicópteros y de varias avionetas incrementó cuando dos aviones de combate surcaron el cielo y pasaron sobre la multitud que regalaba sus aplausos.
Más de 1,300 miembros de las Policías Nacional y Militar se encargaron de garantizar la seguridad de los capitalinos. Otro centenar de socorristas de Cruz Roja, Bomberos y Copeco se sumaron a brindar resguardo a la población, muchos de los cuales fueron víctimas del inclemente calor.
Debido a la gran cantidad de centros educativos que participaron, cada uno debió desfilar con 120 estudiantes.
En otras regiones del país como Olancho, Choluteca y la región oriental abundó la creatividad de niños, jóvenes y adultos que dieron lo mejor de su talento para exaltar los valores patrios y el amor por Honduras.
Muchos de los mensajes que portaron en pancartas y hasta vestidos eran para preservar los recursos naturales y los bellos parajes hondureños. Así celebró Honduras, con talento, música y pasión.
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