Muy cerca de la playa de Cortés y de la laguna de Alvarado se encuentra el barrio Buenos Aires, lugar adonde la profesora Sadia Lizet Flores de Castro acude todos los días a impartir clases a 30 niños de segundo grado en la escuela San Martín de Porres.
A sus 45 años considera que tiene mucha energía para emprender las responsabilidades del hogar y la escuela donde labora como subdirectora y catedrática. Es licenciada en Educación Básica de la Universidad Pedagógica con especialidad en evaluación continua.
Asegura que la conciencia por mejorar hace grande a un profesor y lo anterior, sumado a su buen hábito de la actualización académica, le permitió obtener un índice de 87% en la evaluación docente, el mejor de todo el departamento de Cortés.
Un total de 6,026 maestros realizaron la prueba en todo el departamento y obtuvieron un índice de 69% como nota general.
La evaluación que ha sido rechazada por el gremio magisterial desde el 15 de julio fue menos complicada de lo que reclaman, revela Flores, quien al principio sentía “nervios” para completarla.
“La hice el viernes a las 8:00 de la noche y me tardé cerca de hora y cuarenta minutos para contestar 72 preguntas”, confesó la profesora que reside en Puerto Cortés desde los dos años.
En su centro educativo, 11 maestros hicieron junto con ella la evaluación.
Honestidad
Aunque han revelado que algunos docentes utilizaron copias de la prueba, la maestra asegura que no la necesitó, solamente se ayudó de lápiz y papel para responder problemas de lógica en la parte de español.
“No chepié, contesté las preguntas yo sola. He tenido la oportunidad de participar en acompañamientos docentes y he podido estudiar las formas de evaluación de la Secretaría, eso me ayudó bastante”, manifestó.
La alegre maestra defiende a sus colegas que no lograron superar el 50% en el test y que según las estadísticas del Ministerio de Educación fue el promedio general de los evaluados.
“No creo que esa sea la nota promedio de todos, hubo problemas de inconsistencia en el sistema. A mí me costó terminarla, se me fue el sistema en dos ocasiones, en la primera me tardé 15 minutos en que regresara y en la segunda 10. Además las pruebas cambiaron de dificultad y no todos los maestros están especializados en los temas que aparecían en la prueba”, manifestó.
Sin embargo, deja claro que aunque no le parece la “forma improvisada” de tomar decisiones del ministro de Educación, Marlon Escoto, se deja llevar por un principio que aprendió cuando aceptó a Cristo como su Salvador. “He aprendido que las órdenes no se discuten, se acatan, y me han enseñado que obedeciendo a las autoridades muestro mi sumisión a Jehová y Él es justo con nosotros”, agregó.
Una mujer valiente
Sadia Lizet es una mujer agradecida con Dios y su familia, pero para los que están alrededor de ella conocerla no tiene precio.
Para Freddy Omar Montes, director de la escuela adonde trabaja, es una “mujer valiente, preparada y accesible a ser capacitada. Además tiene un efecto multiplicador con sus alumnos y compañeros”, relata Montes.
Su esposo, Maynor Castro, dice sentirse orgulloso de la mujer que Dios le ha dado y la fortaleza que ella tiene lo motiva a apoyarla en todo lo que emprende. “Mi esposo y mis dos hijos me tienen mucha paciencia, hacen los quehaceres del hogar cuando yo estoy muy ocupada”, comenta con alegría. A veces se duerme hasta las 2:00 am preparando las clases.
La mayor alegría la tienen los menores a los cuales imparte clases. “Ellos me ven con respeto y yo tengo claro que estoy tratando con el futuro de mi país y debo tener en mi conciencia la responsabilidad de formarlos para bien”.
Flores Galeas mandó un mensaje contundente al Ministerio de Educación: “Por favor, páguenles a los maestros que hacen falta, ellos necesitan saldar sus deudas e impartir clases sin el estrés que implica tener deudas”.
Para ella, aún hay buenos maestros y son la mayoría; sin embargo, asegura que con una conciencia sincera de que se debe mejorar, cada vez serán más los docentes que brillen y destaquen por sus buenas acciones, como ella misma lo ha hecho.
Cifras
318 Alumnos tiene la escuela San Martín de Porres, que necesita apoyo logístico.
