Francisco Morazán, Honduras.
Además
se construyó una barraca con 40 celdas de máxima seguridad, cada una con capacidad para dos personas.
La cárcel posee dos comedores con capacidad para 416 personas, dos talleres, una biblioteca, iglesia, clínicas, tres edificios administrativos y ocho torres de vigilancia.
También posee un centro de monitoreo con 15 pantallas conectadas con unas 200 cámaras de seguridad instaladas en todo el complejo.
Durante su inauguración fueron presentados 294 nuevos policías penitenciarios que se sumarán a las labores de seguridad en las diferentes cárceles del país.
Los nuevos elementos están certificados tras pasar por las pruebas de confianzas, afirmaron las autoridades.
“Con este paso estamos iniciando la recuperación de la gobernabilidad de los centros penales. No puede ser posible que alguien que haya sido privado de libertad siga delinquiendo desde la cárcel”, dijo Hernández.
El titular del Ejecutivo destacó que la nueva cárcel “se complementa con 60 celdas de alta seguridad que están en cuatro batallones de Honduras”.
Aseveró que “allí vamos a colocar señor (Rigoberto) Chang Castillo a todos esos que se han venido haciendo los reyecitos en cada una de las granjas penales, tienen que estar en esas celdas para que no le sigan haciendo daño al país”. Indicó que no puede ser que las cárceles sean escuelas del crimen en las que se den las más grandes jugadas de gallos del país.
Hernández dijo que la atención al sistema penitenciario es parte de las estrategias que en materia de seguridad impulsa el Gobierno para contrarrestar el crimen y el narcotráfico.
“Dijimos que era prioridad la depuración y el fortalecimiento de las instituciones, este año 2015 va a ser un año en que la Policía va a recibir un enorme apoyo”.
El centro penitenciario en el municipio de El Porvenir, Francisco Morazán, está listo para recibir 1,900 presos, ya sea por delitos menores o cercanos a cumplir su condena.
La nueva cárcel, concebida como complejo de rehabilitación social de adultos, fue inaugurada ayer por el presidente Juan Orlando Hernández y varios funcionarios.
En la construcción se invirtieron 81 millones de lempiras provenientes de la Tasa de Seguridad y la participación del Batallón de Ingenieros.
El complejo fue establecido en un terreno de 10 manzanas, incautado al narcotráfico, y dispondrá de otras 140 para labores de rehabilitación mediante trabajos en el campo, que incluye la extracción de piedra. Hay 19 barracas con capacidad para 100 personas cada una con baños, agua potable, sistema eléctrico y monitoreado con cámaras de alta tecnología.
 El presidente Juan Orlando Hernández recorrió el nuevo penal.
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La cárcel posee dos comedores con capacidad para 416 personas, dos talleres, una biblioteca, iglesia, clínicas, tres edificios administrativos y ocho torres de vigilancia.
También posee un centro de monitoreo con 15 pantallas conectadas con unas 200 cámaras de seguridad instaladas en todo el complejo.
Durante su inauguración fueron presentados 294 nuevos policías penitenciarios que se sumarán a las labores de seguridad en las diferentes cárceles del país.
Los nuevos elementos están certificados tras pasar por las pruebas de confianzas, afirmaron las autoridades.
“Con este paso estamos iniciando la recuperación de la gobernabilidad de los centros penales. No puede ser posible que alguien que haya sido privado de libertad siga delinquiendo desde la cárcel”, dijo Hernández.
El titular del Ejecutivo destacó que la nueva cárcel “se complementa con 60 celdas de alta seguridad que están en cuatro batallones de Honduras”.
 En los actos se hizo entrega de diplomas a los participantes del Curso de Adiestramiento Básico de Agentes Penitenciarios.
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Hernández dijo que la atención al sistema penitenciario es parte de las estrategias que en materia de seguridad impulsa el Gobierno para contrarrestar el crimen y el narcotráfico.
“Dijimos que era prioridad la depuración y el fortalecimiento de las instituciones, este año 2015 va a ser un año en que la Policía va a recibir un enorme apoyo”.
