La Ceiba, Honduras.
Con una vigilia y alborada, la Novia de Honduras celebró el día consagrado a su patrón San Isidro.
En esta festividad religiosa que reunió a muchos fieles católicos de varias localidades de La Ceiba se portaron rojos faroles, y fue animada por el ritmo de bandas de guerra de los institutos de la ciudad.
Las celebraciones religiosas empezaron la noche del jueves en la plaza municipal, en la víspera al día de San Isidro que se celebró ayer.
Con una procesión en la que fieles cargaron la imagen del patrón por la avenida que hace honor a su nombre comenzó la fiesta, uno de los eventos más concurridos en la ciudad.
El tradicional jacal que por segundo año consecutivo se construyó en la plaza municipal con material de bambú acogió la imagen de este santo de origen español.
Hubo fuegos artificiales, alegres mañanitas y cantos alusivos al santo.
Los actos religiosos en la catedral ceibeña fueron presididos por el obispo de la Diócesis de La Ceiba, monseñor Miguel Leninham.
Estuvieron las autoridades políticas, militares, policiales y educativas de La Ceiba.
Durante su homilía, monseñor Leninham destacó que esta fiesta es una verdadera manifestación de fe del pueblo cristiano.
También centró su mensaje en la humildad de este santo, y su amor permanente al trabajo.
“San Isidro nos convoca para que estemos juntos en esta celebración, queremos orar al Señor por todas las autoridades y por nosotros mismos para que podamos cumplir fielmente nuestra misión”, manifestó el obispo.
“Hoy queremos pedir la intercesión de San Isidro, porque los santos son intercesores ante Dios por nosotros, y San Isidro que es un amigo de La Ceiba y es amigo de Dios, por lo tanto hay que saber qué le vamos a pedir”, exhortó el prelado.
Las festividades de la feria continúan este día con presentaciones culturales.
Con una vigilia y alborada, la Novia de Honduras celebró el día consagrado a su patrón San Isidro.
En esta festividad religiosa que reunió a muchos fieles católicos de varias localidades de La Ceiba se portaron rojos faroles, y fue animada por el ritmo de bandas de guerra de los institutos de la ciudad.
Las celebraciones religiosas empezaron la noche del jueves en la plaza municipal, en la víspera al día de San Isidro que se celebró ayer.
Con una procesión en la que fieles cargaron la imagen del patrón por la avenida que hace honor a su nombre comenzó la fiesta, uno de los eventos más concurridos en la ciudad.
El tradicional jacal que por segundo año consecutivo se construyó en la plaza municipal con material de bambú acogió la imagen de este santo de origen español.
Hubo fuegos artificiales, alegres mañanitas y cantos alusivos al santo.
Los actos religiosos en la catedral ceibeña fueron presididos por el obispo de la Diócesis de La Ceiba, monseñor Miguel Leninham.
Monseñor Miguel Leninhan presidió la misa.
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Durante su homilía, monseñor Leninham destacó que esta fiesta es una verdadera manifestación de fe del pueblo cristiano.
También centró su mensaje en la humildad de este santo, y su amor permanente al trabajo.
“San Isidro nos convoca para que estemos juntos en esta celebración, queremos orar al Señor por todas las autoridades y por nosotros mismos para que podamos cumplir fielmente nuestra misión”, manifestó el obispo.
“Hoy queremos pedir la intercesión de San Isidro, porque los santos son intercesores ante Dios por nosotros, y San Isidro que es un amigo de La Ceiba y es amigo de Dios, por lo tanto hay que saber qué le vamos a pedir”, exhortó el prelado.
Las festividades de la feria continúan este día con presentaciones culturales.