Tegucigalpa, Honduras.
Nuevas medidas de seguridad y restricciones se han adoptado en la presente semana en la Casa Presidencial.
Empleados, visitas y representantes de los medios de comunicación han sido expulsados del estacionamiento contiguo al palacio José Cecilio del Valle.
La medida ha producido reclamos por los maltratos que da el personal de seguridad y la falta de un plan alterno que permita el acceso a la sede del Ejecutivo.
Esta restricción obedece a una serie de disposiciones tomadas desde la guardia de honor presidencial, que además ha intensificado el control en las casetas de acceso. Esta semana se instaló un moderno equipo para detectar metales, similar al utilizado en los puertos estadounidenses.
Decenas de empleados y periodistas se quejaron ayer no solo por el cierre de los portones de Plaza Democracia, sino por el maltrato y la prepotencia de los guardias.
Varios empleados afectados se vieron obligados incluso a regresar a sus casas a dejar sus vehículos y retornar en transporte público para cumplir sus labores.
En el caso de los medios de comunicación, periodistas, camarógrafos y fotógrafos han estado obligados a caminar largas distancias con sus equipos.
Nuevas medidas de seguridad y restricciones se han adoptado en la presente semana en la Casa Presidencial.
Empleados, visitas y representantes de los medios de comunicación han sido expulsados del estacionamiento contiguo al palacio José Cecilio del Valle.
La medida ha producido reclamos por los maltratos que da el personal de seguridad y la falta de un plan alterno que permita el acceso a la sede del Ejecutivo.
Esta restricción obedece a una serie de disposiciones tomadas desde la guardia de honor presidencial, que además ha intensificado el control en las casetas de acceso. Esta semana se instaló un moderno equipo para detectar metales, similar al utilizado en los puertos estadounidenses.
Decenas de empleados y periodistas se quejaron ayer no solo por el cierre de los portones de Plaza Democracia, sino por el maltrato y la prepotencia de los guardias.
Varios empleados afectados se vieron obligados incluso a regresar a sus casas a dejar sus vehículos y retornar en transporte público para cumplir sus labores.
En el caso de los medios de comunicación, periodistas, camarógrafos y fotógrafos han estado obligados a caminar largas distancias con sus equipos.
