Tegucigalpa, Honduras
Con el fin de lograr mediante consensos grandes acuerdos nacionales que marcarán la ruta de actuación del Gobierno de la República en el período 2014-2018, el presidente electo, Juan Orlando Hernández, y diversos sectores de la sociedad firmaron ayer el Pacto Social.
El documento que se convierte en el eje del Gobierno de Hernández que asumirá las riendas del país el próximo 27 de enero, es según su descripción, “el punto de despegue de la nueva Honduras que juntos debemos construir”.
Fue firmado, entre otros, por José Lesto López, por las organizaciones privadas; Víctor García, por Palma Africana, Aline Flores, del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan José Pineda, de la Iglesia Católica, Alberto Solórzano, de la Confraternidad Evangélica, Juan Bendeck, por los medios de comunicación, Luis Eveline, del Foro Nacional de Convergencia, Carlos Bendek Bendeck, de la Asociación de Municipios, Santos Caballero, del sector campesino, Ulises Salgado, por las universidades, Hilario Espinoza, del sector trabajador, julio Cabrera, de la sociedad civil, y Yolanda Domínguez, del sector de limitados.
Una Honduras diferente
El Presidente electo aprovechó su discurso para hacer un llamado a la reflexión a aquellos que creen que es con la confrontación que Honduras saldrá adelante y los invitó a buscar el entendimiento, pues la confrontación solo deja odio y atrasos.
Hernández afirmó que “debemos iniciar reconociendo que todos somos hermanos y hermanas, tenemos diferencias, pero todos, absolutamente todos, tenemos que aportar para la edificación de la nueva Honduras que queremos heredarles a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos”. Y luego recordó que “el pueblo hondureño fue a elecciones y escogió el camino del respeto mutuo, del entendimiento, del diálogo, de la esperanza, de los principios cristianos y de la fe que sí podemos construir una Honduras diferente”. Hernández añadió que el pueblo hondureño rechazó en esas elecciones el “camino de la confrontación que tanto daño nos hizo, de la intolerancia, de la desidia que terminó provocando niveles de delincuencia nunca antes vistos”.
Las cinco mesas
Hernández leyó las cinco mesas de trabajo que quedaron integradas con la firma del Pacto por Honduras: Mesa
1: Recuperar la Paz y la seguridad de las familias hondureñas. Mesa
2: Alcanzar una sociedad más justa, con igualdad de oportunidades, en donde todos contemos. Mesa
3: Conducir al país al pleno goce de sus potencialidades. Mesa
4: Instaurar una cultura de honestidad, legalidad y transparencia. Mesa
5: Perfeccionar la democracia y construir un Gobierno simple y eficiente.
“Hay dos Honduras, y una de ellas da tristeza, porque más del 50% de nuestro pueblo sobrevive con menos de veinte lempiras al día, en casas con piso de tierra y paredes de cartón o de plástico, sin letrinas y sin agua”, dijo Hernández. “Por eso pido al Congreso Nacional que estructure el fondo de apoyo para que podamos llevar el programa Vida Mejor a las 800 mil familias más humildes y pobres, porque no podemos seguir tolerando que exista esa Honduras en la que unos vivimos dignamente y otros ven que sus hijos gatean en pisos de tierra”, lamentó.
Aplauden pacto
Los representantas de las Iglesias Católica, Juan José Pineda y Confraternidad Evangélica, Alberto Solórzano, aplaudieron la firma del Pacto y pronunciaron sinceras reflexones sobre los principales problemas que vive el país.
“Con este pacto se nos pide que veamos y asumamos a Honduras con una actitud de corresponsabilidad, es decir, una responsabilidad compartida.
Nadie puede impedir que Honduras camine por la senda del desarrollo”, dijo Pineda, obispo auxiliar de Tegucigalpa.“No solo es necesario, sino urgente, la participación de todos para que haya justicia social”, expresó.
Luego hizo una reflexión sobre el papel de los diputados: “No elegimos a nuestros diputados para que otros tomen decisiones por ellos, sino para que tomen sus propias decisiones adentro del Congreso. Algunos se empeñan en pertenecer a tal o cual grupo y no a Honduras”.
Por su parte, el pastor Alberto Solórzano, de la Confraternidad Evangélica, profundizó sobre el tema de la fe y la necesidad de que el país esté unido. “Entre mayores sean los problemas, mayor debe ser nuestra fe en Honduras, y más el deseo que como hondureños enfrentemos esos problemas con unidad”, dijo.
“Este tiempo requiere de grandes sacrificios y solo unidos podemos construir un mejor mañana para todos. Pido esfuerzo, transparencia y trabajo y así tendrán nuestro acompañamiento con una actitud vigilante y objetiva sin sesgos ni intereses mezquinos, porque no estamos representando al Partido Nacional, sino a toda Honduras”, agregó.
