La cacería del zancudo anófeles, transmisor de la malaria, comenzó en varias comunidades de este municipio.
Cinco aldeas de este municipio han sido intervenidas por las brigadas de Salud para disminuir los casos de malaria.
Paguales, Orica, Palos de Agua, Golondrinas y La Cholomeña han sido visitadas por las brigadas sanitarias.
En estos lugares se han colocado unos dos mil mosquiteros y se han fumigado más de mil viviendas. La intervención inició hace 15 días. Las brigadas de Salud siguen colocando pabellones para evitar que los pobladores sean
víctimas del mortal mosquito.La jornada está culminando con la intervención de la aldea de La Uva Sureña, donde también se ejecuta el rociado intradomiciliario.
Unos 20 jóvenes fueron capacitados para las labores de combate a la malaria en estas comunidades, donde los resultados son favorables. “Desde que se intervinieron estas aldeas los casos de malaria han bajado considerablemente, ya se están viendo los resultados de las actividades que se hacen”, dijo Pablo Banegas, director del centro de salud local.
En comunidades como Paguales esta enfermedad ha mermado la capacidad de trabajo de las personas. El ausentismo laboral se ha incrementado así como en los niños, que tienen problemas para ir a la escuela porque la gran cantidad de casos llegó a todas las viviendas. En Paguales se descubrió la circulación del plasmodium vivax, una especie de malaria más dañina y que avanza rápidamente.
Santiago Murillo, técnico de Salud, dijo que las medidas adoptadas están dando resultados.
El programa Hagamos retroceder la malaria es apoyado por la organización Fondo Global y la Secretaría de Salud.
