Fuertes expectativas ha generado este año escolar por el desarrollo exitoso de clases desde su inicio, el primero de febrero, en las escuelas del país.
Hasta el pasado jueves 27 de junio se reportaba el cumplimiento de 118 días de clases de manera ininterrumpida, según la Secretaría de Educación.
La prueba de fuego se vivió al día siguiente, 28 de junio, cuando un reducido grupo de profesores abandonó las cátedras para participar en una marcha política, pero la mayoría se mantuvo fiel a su compromiso docente, informó Martha Escoto, secretaria general de Educación.
Aparte, la Secretaría movilizó todos sus inspectores y abogados para constatar el número de instituciones que permanecieron repartiendo el pan del saber.
Pero independientemente de lo anterior, las posibilidades de sobrepasar la meta dorada de 200 días de asistencia sigue intacta, así como los beneficios para los aproximadamente 285 mil estudiantes del sistema educativo privado y público de la capital.
Así lo consideró Marlon Escoto, ministro de Educación, quien aclaró que el calendario escolar contempla 253 días y no solo 200 cerrados. “Esto permite poder soportar alguna interrupción parcial o total por un evento natural o conflicto nacional”, explicó el funcionario.
La expectativa de Escoto está respalda por las estadísticas comparadas entre 2013 y 2012, que refleja la respuesta positiva del magisterio.
Mientras, el año pasado apenas 35 de las aproximadamente mil escuelas públicas del Distrito Central concluyeron el año sin ninguna falta, en 2013 solamente un instituto reporta un día de ausencia.
En ese sentido, el funcionario agregó que “al menos que suceda algo extraordinario, este año será inédito, porque después de más de diez años Honduras no registraba continuidad en el sistema”.
Escoto mencionó que desde agosto de 2012 no se registra la interrupción masiva, lo que significa diez meses de clases, a pesar de las protestas y las críticas.
Cabe señalar que en esa fecha los maestros paralizaron labores para exigir el pago de salarios atrasados, por lo que el Ministerio sancionó a unos 800 profesores y separó tres, precisó el funcionario.
Comprometidos
La fórmula para que los 19 mil docentes del Distrito Central sean auténticos defensores del derecho de la educación han sido los métodos de disuasión, persuasión y acompañamiento.
Asimismo, Escoto aseveró que la participación de los padres de familia ha sido crucial, pues se han convertido en los principales veedores y auditores del sistema.
