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Exdirector de la DEI denuncia amenazas

  • 13 septiembre 2011 /

Conadeh, solicitó a la CIDH proteger a Oswaldo Guillén y su familia por las amenazas que está recibiendo él y su familia.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Conadeh, solicitó a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, CIDH, y a las autoridades encargadas de la seguridad en el país, medidas cautelares para el ex titular de la Dirección Ejecutiva de Ingresos, DEI, Oswaldo Guillén y su familia, que están siendo objeto de amenazas y temen por sus vidas.

Guillén se presentó este martes a las oficinas del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos para denunciar que él y su familia son objeto de amenazas.

El delegado adjunto del Conadeh, Nery Velásquez, se solidarizó con el abogado Oswaldo Guillén y su familia, al tiempo que condenó todo acto que pone en peligro la vida y la integridad física de cualquier persona.

Velásquez manifestó que ya procedió a realizar la denuncia a nivel internacional y que solicitó a las instancias nacionales e internacionales de derechos humanos, medidas cautelares para proteger la vida del ex funcionario de la DEI y su familia.

“En el ejercicio legítimo de nuestras atribuciones y facultades, hemos solicitado las medidas cautelares pertinentes, tanto ante autoridades nacionales como ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para evitar daños irreparables en contra del abogado Guillén y su familia”, señaló.

Reiteró que tanto el abogado Oswaldo Guillén como su familia temen por sus vidas y, por ese motivo, han venido al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos a interponer la queja correspondiente, esperando que las autoridades le brinden la seguridad que corresponde.

El Presidente de Honduras, Porfirio Lobo, destituyó, el sábado pasado, al titular de la DEI y a otros miembros de su gabinete de gobierno.

El titular del CONADEH, Ramón Custodio, ha expresado su preocupación por los elevados e incontrolados niveles de la violencia delincuencial en Honduras, por lo que exhortó al presidente Porfirio Lobo para que, en el marco de lo que la Constitución le impone, proceda a 'mantener la paz y la seguridad interior de la República'.

Debido a los altos índices de inseguridad pública, la sociedad hondureña es testigo de cómo a diario en Honduras se violenta el derecho a la vida, a la seguridad personal y la honra.

Custodio, advirtió que de continuar con las constantes muertes violentas, Honduras podría cerrar el 2011 con una tasa de 86 homicidios por cada 100,000 habitantes y estaría sobrepasando 11 veces más la tasa mundial establecida en 8.8.

La situación en el país es grave, si se toma en cuenta que en el año 2000, se registraba un promedio 8.7 homicidios por día, cifra que ascendió a un promedio de 20 muertes violentas en el primer semestre del 2011.