Tegucigalpa, Honduras
El ingenio y la creatividad de los pobladores de la aldea Germania, en la salida al sur de la capital, serán quemados este año en los tradicionales monigotes.
Los líderes políticos figuran como los rostros más comunes que tomarán los muñecos para prenderlos en fuego y traducir el descontento de sus acciones.
Otros monigotes, menos folclóricos, únicamente se visten con ropa común y corriente, pero no dejan de simbolizar el deseo de quemar los malos recuerdos.
Luis Lagos, uno de los que elabora los tradicionales monigotes, dijo que el personaje del presidente Juan Orlando Hernández estará sobre un tren, lo que representa el rumbo que lleva Honduras.
Decidieron armar la locomotora y darle un pasaje sin regreso al fuego de la hoguera a decenas de líderes políticos y empresariales.
“En Honduras exportamos ‘honorables’ personalidades de la democracia, como narcoempresarios, dirigentes del deporte, prominentes políticos corruptos y rapaces fiscales”, dice el rótulo del tren.
“Queremos quemar este año viejo para ver si se revierte la situación que existe en Honduras y esperamos que este próximo año cambie”, declaró Lagos.
| La figura del actual mandatario está casi lista para ser quemada en Año Nuevo. Foto: Andro Rodríguez
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Tienen pensado hacer uno del exalcalde de Tegucigalpa Ricardo Álvarez, por el Trans-450, porque según Lagos, están molestos por haber inaugurado ese proyecto sin estar terminado. A unos metros de la tapicería de Lagos se encuentra otro local, adonde fabrican el monigote del expresidente Rafael Callejas.
El político será montado en una avioneta, representando el momento en el que abordó la aeronave para entregarse a las autoridades de Estados Unidos por el Fifagate . Gabriel Ramírez, otro de los fabricantes, dijo que optaron por esta figura porque es uno de los casos más recién sonados en todo el país.
La elaboración del muñeco del Año Viejo es una tradición que sigue viva también en populares barrios como Nueva Suyapa, Villa Adela, Flor del Campo, Villa Unión, de la capital.
