29/04/2024
08:42 PM

Silencio y represión, cara oscura del gobierno de Nicaragua

Miles lo respaldan, otros miles lo detestan; la división social es evidente en Nicaragua.

    Aunque el panorama económico de Nicaragua ha mejorado y los niveles de crecimiento son mejores que en la mayoría de los demás países centroamericanos, buena parte de la población todavía debe luchar contra un lado oscuro: la represión a la que son sometidos los medios de comunicación y ciudadanos que no son afines al pensamiento del gobierno de régimen sandinista.

    Según los periodistas independientes, hay toda una campaña del Gobierno por controlar la información, lo que hace que a los ojos del mundo solo circulen noticias que le convienen al Gobierno, que de paso tiene como vocera a la primera dama Rosario Murillo.

    Fabián Medina, jefe de información de Diario La Prensa de Nicaragua, uno de los pocos medios no afines al Gobierno, detalló que existe un acorralamiento constante contra la prensa independiente.

    “Se ha dividido el panorama de los periodistas, de tal manera que los medios oficialistas cada día son más y los independientes somos menos. Entonces, las voces que pueden criticar al Gobierno son muy pocas; se cuentan con los dedos de una sola mano”, dijo.

    Ortega tiene a su servicio cuatro canales de televisión, a los que les asigna una mayor pauta publicitaria y en los que la paga para un periodista es más del doble de lo que puede ofrecer otra empresa de comunicaciones.

    “En otros medios, la coacción, el chantaje y la presión económica han llevado a apagar su voces en una decisión de autocensura. La familia presidencial tiene medios de comunicación que compró por las ventajas de estar en el Gobierno y tener las licencias disponibles y el dinero que les llega de la ayuda venezolana”, agregó Medina.

    Los economistas también coinciden en que el fondo de 500 millones de dólares netos que obtiene el gobierno de Petrocaribe, manejado por el venezolano HugoChávez, le permite a la familia Ortega tener el poder de comprar empresas, medios de comunicación y hasta financiar actos públicos como la celebración anual de la Revolución Sandinista.

    “Ortega no tiene necesidad de confiscarlos (a los medios de comunicación) porque los mantiene bajo intimidación y como tiene el control de la Asamblea Legislativa por medio de una ley que regula el espacio radioeléctrico, mantiene a los dueños de radio y televisión con la espada sobre el cuello, de manera tal que no necesita cerrarlos”, aseguró Enrique Sáenz, diputado del opositor MRS (Movimiento Renovador Sandinista), una escisión del FSLN.

    Dictadura

    El temor es evidente en la prensa independiente. Durante las actividades del Gobierno no se les convoca y se evita al máximo darles información.

    Cuando se les convoca a actos públicos, no se les dan los privilegios de estar cerca de los funcionarios para lograr las entrevistas, al igual que los medios estatales.

    En algunas ocasiones, los seguidores de Ortega han golpeado y apedreado a estos periodistas al identificar su presencia en un evento del Gobierno. Tan marcada está la división entre los periodistas oficiales e independientes, que ellos mismos evitan contacto seguido, ya que existe temor de que se filtre alguna información que perjudique al Gobierno.

    “Tenemos prohibido darles información a los colegas independientes y quien filtre documentación se expone a ser despedido del medio.

    Algunos no estamos de acuerdo con el mandato, pero la necesidad nos obliga hacerlo”, reveló un periodista oficilista que por razones obvias pidió el anonimato.

    El periodista Moisés Martínez, de La Prensa de Nicaragua, aseguró que debido a la pasividad con la que actuó el gremio desde inicios del gobierno orteguista el panorama actual les está resultando “normal”, por lo cual han tenido que desarrollar otras fuentes alternas para tratar temas gubernamentales. Otra joven periodista agregó que los egresados de las universidades, en vista del panorama, están decidiendo emigrar a naciones como Canadá.
    Represión contra opositores

    Así como hay sectores sandinistas beneficiados por los privilegios del Gobierno, la oposición se queja de que sufre las consecuencias por sus diferencias ideológicas.

    Como ejemplo, recientemente, un grupo de jóvenes que hacía huelga de hambre fue desalojado brutalmente del CSE (Consejo Superior Electoral) por estar en desacuerdo con el nombramiento de funcionarios en esa instancia.

    “Son personas de los movimientos juveniles o que pertenecen a la sociedad civil. La madrugada del 19 de julio fueron desalojados violentamente. Varios camiones con trabajadores de la Alcaldía llegaron y los golpearon a pesar de que a la par funciona la sede de la jefatura de la Policía Nacional, que no los protegió”, detalló Medina.

    Los 20 jóvenes habían levantado casas de campaña frente al edificio del CSE para exigir la renuncia de los magistrados.

    El dirigente del llamado Frente Amplio Opositor, Jairo Contreras, declaró al Canal 15 de televisión que en la trifulca al menos cuatro personas resultaron con heridas y golpes.

    Gabriela García, miembro de ese grupo, denunció que fue golpeada por los hombres que llegaron en la madrugada en cuatro camiones y reclamó: “Solo el Frente Sandinista tiene derecho de manifestarse”.
    Ayuda condicionada

    Precisamente la falta de un Estado de derecho fuerte ha puesto en riesgo los préstamos con la comunidad internacional, que han sido parte importante para mantener los proyectos sociales y el desarrollo.

    El Gobierno estadounidense le otorgó a Nicaragua, a finales de julio, el denominado waiver de la propiedad, una dispensa de un año para que el país tenga acceso a los préstamos de los organismos financieros multilaterales como el BM (Banco Mundial), FMI (Fondo Monetario Internacional) y BID (Banco Interamericano de Desarrollo), pero le advirtió sobre el “deterioro del Estado de derecho en Nicaragua, lo cual continúa siendo un significativo obstáculo para la inversión que contribuye al desarrollo del país”.

    El diputado Pedro Joaquín Chamorro explicó que Ortega ha roto las reglas institucionales del país, ha gobernado por decreto, ha prorrogado en sus cargos a funcionarios que debieron haber sido electos en la Asamblea Nacional y ha destruido el sistema democrático porque “ha hecho fraude electoral.

    Eso destruyó la credibilidad de muchos jóvenes nicaragüenses”, resaltó.
    Estrategias

    Una de las estrategias de Ortega para lograr el respaldo popular es el proyecto de la vivienda social. LA PRENSA les preguntó a decenas de nicaragüenses el porqué de su apoyo al Gobierno y lo que más resaltaron son las casas, en algunos casos amuebladas, que les da la Ver más noticias sobre Honduras