San Pedro Sula, Honduras.
La mayoría de ancianos acogidos en el asilo Perpetuo Socorro no tuvieron la dicha de vivir sus días de madurez en el seno de un hogar que les proveyera amor y sobre todo compañía.
A partir de un estudio, de los 96 abuelos que atienden allí, más del 75% sufren por la soledad y viven añorando recibir algún día la visita de sus familiares.
La investigación realizada por los alumnos de la carrera de Sicología de la Unah-vs señala que los hombres de la casa hogar son más depresivos que las mujeres.
Los principales factores de depresión en las personas del sexo masculino es porque están más acostumbrados al trabajo y a la actividad diaria y en el asilo se ven privados de la ejecución de dichas actividades.
Además revelan que los principales motivos por los que los adultos mayores ingresan al asilo son las situaciones de precariedad económica, indisposición de un familiar y en última instancia por voluntad propia.
En el asilo sampedrano hay cuatro módulos para el descanso de los ancianos, en los dos más grandes duermen las mujeres y en los otros dos, los hombres.
A las 6:00 am comienza a despertarse la mayor parte de los residentes. Los primeros en ponerse en actividad son los 56 ancianos que pueden caminar. Ellos a paso lento caminan hasta los baños para ducharse y estar listos para el desayuno que sirven a las 7:00 am.
El resto de los abuelos por sus avanzadas edades o por enfermedad están en sillas de ruedas y tienen que esperar que las empleadas de la casa hogar los asistan.
El menú -aunque es variado porque tiene que acoplarse a lo que hay en la alacena- es bien recibido por la mayor parte de ancianos. En el resto de la mañana, los ancianos se acomodan en sus espacios favoritos dentro del asilo, algunos caminan por el patio y otros se ubican en las galeras para esperar que pase el día.
A las 12:00 am se vuelven a reunir para el almuerzo, todos reciben el mismo alimento, porque no hay variedad de productos para hacer platos diferentes.
Entre comidas, las personas encargadas de la alimentación dan algunas meriendas que pueden varias de galletas hasta frutas. Cuando el día va acabando, los abuelos se preparan para cenar a las 4:30 pm y así acaban su jornada; la mayoría se prepara para descansar y continuar con la misma rutina de todos los días.
Testimonios
Porfirio Cruz tiene seis años de estar en el asilo y aunque es originario de Valle, desde muy joven emigró a San Pedro Sula en busca de oportunidades de trabajo.
Cruz dijo que tiene cuatro hijos; pero cuando se sintió viejo, sin pensarlo buscó refugio en el asilo. “Creo que fue una mala decisión porque no les avisé a mis hijos, y eso los molestó”.
Don Porfirio aseguró que a pesar de no tener el apoyo de sus familiares se siente satisfecho en la casa hogar porque disfruta de la amistad de sus amigos y la emoción aumenta cuando llegan grupos de visitantes, “No voy a negar que en algunas ocasiones extraño a mis hijos, principalmente en las fechas especiales”, expresó don Porfirio.
Luisa Ayala dijo que el personal del asilo es muy bueno y paciente con ellos, “me he acostumbrado a vivir aquí, pero si mi único hijo viniera por mí, yo no lo pensaría dos veces para irme con él; pero estoy segura que en el asilo me voy a morir”.
Ana María Ríos, directora de la casa hogar Perpetuo Socorro, dijo que la mayor parte de ancianos desde que llegaron al asilo no han sido visitados por sus parientes, lo que les causa depresión.
El 90% de los adultos mayores son remitidos por la Fiscalía de la Tercera Edad, por casos de abandono y muchas veces los familiares nos dejan los ancianitos en el portón y nosotros los ingresamos”, explicó Ríos.
Las autoridades de la casa hogar manifestaron que los ancianos pueden recibir visitas todos los días de 8:00 a 11:00 am y de 1:00 a 3:30 pm, para darles facilidades a los familiares que lleguen y compartan un poco con sus parientes, pero menos del 5% reciben visitas.
“Hemos tenido apoyo del alcalde Armando Calidonio y su esposa Karen, quienes nos ha prometido más ayuda para mejorar el asilo”, expresó Ríos.
Luis Alonso Chou, doctor del asilo, dijo que tiene más de 13 años de dar consulta a los ancianos, donde ha tenido experiencias buenas y malas como cuando los abuelos mueren.
“El 60% de los ancianos que están aquí no han sido visitados por sus familiares, lo cual afecta para mejorar los resultados de los tratamientos médicos y elevar sus estados de ánimo”, expresó el doctor.
Ayudas
La casa hogar Perpetuo Socorro se sostiene por las donaciones, porque la Municipalidad solo proporciona fondos para el pago del personal. Pero el mantenimiento del asilo es gracias a las colaboraciones de empresas privadas y otras instituciones que dan su ayuda para el sustento de los ancianos.
La mayoría de ancianos acogidos en el asilo Perpetuo Socorro no tuvieron la dicha de vivir sus días de madurez en el seno de un hogar que les proveyera amor y sobre todo compañía.
A partir de un estudio, de los 96 abuelos que atienden allí, más del 75% sufren por la soledad y viven añorando recibir algún día la visita de sus familiares.
La investigación realizada por los alumnos de la carrera de Sicología de la Unah-vs señala que los hombres de la casa hogar son más depresivos que las mujeres.
Los principales factores de depresión en las personas del sexo masculino es porque están más acostumbrados al trabajo y a la actividad diaria y en el asilo se ven privados de la ejecución de dichas actividades.
Además revelan que los principales motivos por los que los adultos mayores ingresan al asilo son las situaciones de precariedad económica, indisposición de un familiar y en última instancia por voluntad propia.
En el asilo sampedrano hay cuatro módulos para el descanso de los ancianos, en los dos más grandes duermen las mujeres y en los otros dos, los hombres.
A las 6:00 am comienza a despertarse la mayor parte de los residentes. Los primeros en ponerse en actividad son los 56 ancianos que pueden caminar. Ellos a paso lento caminan hasta los baños para ducharse y estar listos para el desayuno que sirven a las 7:00 am.
El resto de los abuelos por sus avanzadas edades o por enfermedad están en sillas de ruedas y tienen que esperar que las empleadas de la casa hogar los asistan.
El menú -aunque es variado porque tiene que acoplarse a lo que hay en la alacena- es bien recibido por la mayor parte de ancianos. En el resto de la mañana, los ancianos se acomodan en sus espacios favoritos dentro del asilo, algunos caminan por el patio y otros se ubican en las galeras para esperar que pase el día.
A las 12:00 am se vuelven a reunir para el almuerzo, todos reciben el mismo alimento, porque no hay variedad de productos para hacer platos diferentes.
Entre comidas, las personas encargadas de la alimentación dan algunas meriendas que pueden varias de galletas hasta frutas. Cuando el día va acabando, los abuelos se preparan para cenar a las 4:30 pm y así acaban su jornada; la mayoría se prepara para descansar y continuar con la misma rutina de todos los días.
Testimonios
Porfirio Cruz tiene seis años de estar en el asilo y aunque es originario de Valle, desde muy joven emigró a San Pedro Sula en busca de oportunidades de trabajo.
Cruz dijo que tiene cuatro hijos; pero cuando se sintió viejo, sin pensarlo buscó refugio en el asilo. “Creo que fue una mala decisión porque no les avisé a mis hijos, y eso los molestó”.
Don Porfirio aseguró que a pesar de no tener el apoyo de sus familiares se siente satisfecho en la casa hogar porque disfruta de la amistad de sus amigos y la emoción aumenta cuando llegan grupos de visitantes, “No voy a negar que en algunas ocasiones extraño a mis hijos, principalmente en las fechas especiales”, expresó don Porfirio.
Luisa Ayala dijo que el personal del asilo es muy bueno y paciente con ellos, “me he acostumbrado a vivir aquí, pero si mi único hijo viniera por mí, yo no lo pensaría dos veces para irme con él; pero estoy segura que en el asilo me voy a morir”.
Ana María Ríos, directora de la casa hogar Perpetuo Socorro, dijo que la mayor parte de ancianos desde que llegaron al asilo no han sido visitados por sus parientes, lo que les causa depresión.
El 90% de los adultos mayores son remitidos por la Fiscalía de la Tercera Edad, por casos de abandono y muchas veces los familiares nos dejan los ancianitos en el portón y nosotros los ingresamos”, explicó Ríos.
Las autoridades de la casa hogar manifestaron que los ancianos pueden recibir visitas todos los días de 8:00 a 11:00 am y de 1:00 a 3:30 pm, para darles facilidades a los familiares que lleguen y compartan un poco con sus parientes, pero menos del 5% reciben visitas.
“Hemos tenido apoyo del alcalde Armando Calidonio y su esposa Karen, quienes nos ha prometido más ayuda para mejorar el asilo”, expresó Ríos.
Luis Alonso Chou, doctor del asilo, dijo que tiene más de 13 años de dar consulta a los ancianos, donde ha tenido experiencias buenas y malas como cuando los abuelos mueren.
“El 60% de los ancianos que están aquí no han sido visitados por sus familiares, lo cual afecta para mejorar los resultados de los tratamientos médicos y elevar sus estados de ánimo”, expresó el doctor.
Ayudas
La casa hogar Perpetuo Socorro se sostiene por las donaciones, porque la Municipalidad solo proporciona fondos para el pago del personal. Pero el mantenimiento del asilo es gracias a las colaboraciones de empresas privadas y otras instituciones que dan su ayuda para el sustento de los ancianos.
