San Pedro Sula, Honduras
Los avances en calidad educativa de la zona norte del país comienzan a destacarse a pesar que el año escolar no ha finalizado todavía. Las estadísticas generales confirman la disminución de la reprobación y deserción en Cortés.
El Sistema de Administración de Centros Educativos (Sace) deja al descubierto la realidad académica en los centros educativos en Honduras.
En Cortés, las cifras indican que hasta el momento ha habido 3,873 reprobados menos que en 2012, un 30%. Hasta el tercer parcial, un total de 8,277 alumnos habían reprobado más de una asignatura.
Desde 2011, esta cifra ha venido descendiendo, en ese año la cantidad de reprobados fue de 12,649. Poca diferencia con 2012, donde no se cumplieron los 200 días de clases, como sí sucedió este año.
En el nivel medio a escala nacional, en donde este año la matrícula fue de 600,000 alumnos, el registro de reprobados es de 50,723. Tal cifra representa 32,076 aplazados menos que en 2011, ya que en ese año los aplazados fueron 82,799 a nivel nacional.
Realidad local
En algunos centros educativos oficiales de San pedro Sula estas cifras se han comprobado a pesar que será hasta la próxima semana que se presenten las calificaciones totales de estudiantes.
Tal es el caso del Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae). Sus autoridades aseguran que luego de tener un promedio de 0.02% de reprobación han logrado un 0.01%.
“La mayoría de estudiantes aprobaron todas sus clases. La escuela para padres ha logrado que los responsables de los adolescentes pasen más enterados del desempeño académico de sus hijos y los maestros han hecho un gran esfuerzo para asistir a los muchachos en lo que necesiten”, dijo Estrella Peña, orientadora del Intae.
Por otra parte, la deserción es casi nula, asegura la orientadora a raíz del buen trabajo desempeñado. Similar caso ocurre en el Centro Técnico Hondureño-Alemán. Según su director, Nicolás Ochoa, el abandono de las clases por parte de los estudiantes disminuyó. “Hemos observado que la nivelación de secciones no se pudo realizar porque al final nadie abandonó las clases, hasta ahorita que ya están en reforzamiento es que vimos vacías las aulas”, comentó Ochoa.
Contrario a los casos anteriores, el instituto Primero de Mayo no logró disminuir la reprobación. La cifra se mantiene.
“Para nosotros igual es un fracaso porque la idea es siempre mejorar. Lo que sucede es que la confianza de los estudiantes los traiciona y de remate la nivelación de 20 puntos al final de cada parcial los ha vuelto más conformistas de lo normal”, dijo Juan Redondo, orientador de la institución. Sin embargo, el caso más caótico se presentó en el instituto José Trinidad Reyes.
Más de 1,300 estudiantes reprobaron clases y ahora se encuentran en reforzamiento. La dirección asegura que este año este índice subió.
“Es exagerado el daño que causa a los estudiantes tener que repetir año al quedarse en más de tres clases. Una buena cantidad de estudiantes perderán el año debido a eso”, manifestó José Antonio Carballo.
Causas
Juan Redondo, orientador del Primero de Mayo, considera que el exceso de confianza de los alumnos determina en gran manera la reprobación en los institutos.
Otra causa la atribuye al poco interés de los padres de familia por exigir a sus hijos el mejoramiento del rendimiento escolar durante el año para evitar la reprobación y repitencia de año. Los mecanismos que los docentes buscan para mejorar el funcionamiento académico de los colegiantes es infructuoso porque los padres no cumplen con su papel, afirman.
“Hacemos asambleas de padres de familia y hay muy pocas preguntas por el rendimiento de sus hijos y muy pocos asisten. Después al final del año solo preguntan por qué se quedaron sus hijos sin fijarse en el proceso de la reprobación. A esto se le suma la influencia de las malas compañías de los jóvenes”.
