San Pedro Sula, Honduras
Si el Gobierno cumple la entrega de recursos prometidos a la Fundación Pro Construcción de la granja penal de San Pedro Sula, la primera fase estará finalizada entre mayo y junio de 2014 y alojaría a los primeros 1,500 reclusos, informó Ricardo García, encargado de la obra.
La construcción en el terreno de La Acequia, Naco, avanza por las gestiones del comité, el cual consiguió hace unas semanas 20 millones de lempiras que alcanzarán hasta diciembre.
El presupuesto requerido es de 400 millones de lempiras y ya se han invertido 30 millones.
García afirma que los contenedores metálicos que serán revestidos y acondicionados para los presos ya están ubicados en su sitio final. Son tres módulos, cada uno sobre una losa de concreto; en cada celda se alojarán dos presidiarios.
Las filas de celdas estarán recubiertas con una pared de bloques de cemento. Esto permite conservar climatizado todo el espacio a temperatura ambiente. Están alineados formando un semicírculo. La ventilación natural será permanente dentro de cada cubículo.
Cada módulo alojará 210 internos. El ingeniero García informó que el sistema de alcantarillado sanitario aún no está diseñado, pero sí está previsto que se instalará una planta de tratamiento de las aguas servidas para reducir la contaminación al mínimo.
No habrá fosas sépticas. Cada celda tiene su baño privado para los dos reclusos que cohabitarán en ella.
La construcción del penal también genera ingresos a los pobladores locales. De acuerdo con lo previsto, 25 personas trabajan arduamente y se les paga puntualmente en períodos quincenales. Cada obrero gana 200 lempiras diarios.
Objetivo
El comité pro construcción del penal lleva una década luchando para que se edifique un nuevo presidio en las afueras de San Pedro Sula. El actual está hacinado en un 170%. La capacidad es para 800 presos y hay más de 2,200.
El objetivo de la nueva granja penal es trabajar en la rehabilitación de los privados de libertad. La parte central será el corazón de todas las actividades diarias. Habrá un área de servicios de salud, de alimentación, para talleres y espacios deportivos. Sigue el cerco, que tiene dos vallas metálicas vigiladas por cámaras infrarrojas para tener visión nocturna.
Según García habrá categorización de reclusos. Las visitas personalizadas serían únicamente para reclusos que purgan delitos menores; eso podría incluir visita conyugal, pero para reos peligrosos el contacto sería por plática telefónica a través de lámina de vidrio.
El registro de las visitas sería electrónico para evitar lo que sucede en los centros penales donde ingresan desde droga hasta armas y municiones, según consta en los registros periódicos de la Policía.
Las instalaciones tendrán una planta eléctrica de emergencia con capacidad para mantener los servicios básicos, incluidos los de seguridad interna y externa.
Los 20 millones de lempiras que el Gobierno asignó de la tasa de seguridad permitirán que los trabajos de construcción se desarrollen normalmente hasta diciembre.
Óscar Galeano, miembro del comité pro construcción, ha dicho que temen que después de diciembre se suspendan los trabajos debido a que no tienen más presupuesto y estará el proceso de transición gubernamental. El objetivo es tener a diciembre terminada la fundición de la losa del primer módulo para levantar la estructura. Toda la construcción será de concreto.
Sobre la posibilidad del financiamiento bancario de 20 millones de dólares que permitiría tener el presupuesto total para construirlo, el comité ya ha tenido reuniones con bancos con el fin de obtener, por medio de bonos encajables, los fondos para el proyecto.
Debido a la campaña electoral se han trasladado las actividades con el propósito de recaudar fondos para la construcción hasta principios del próximo año.
Los miembros del comité esperan que el Ministerio de Seguridad les desembolse 80 millones de lempiras de la tasa de seguridad.