Mientras cuatro niños y un adulto sufren por las lesiones por pólvora que les dejaron los cohetes de las fiestas navideñas, la Policía Municipal se siente satisfecha con el decomiso de tres toneladas de pólvora.
Algunos lesionados en el hospital Mario Rivas todavía desconocen si perderán alguno de sus miembros. Otros llegaron a hospitales privados
buscando ayuda por las lesiones, por lo que no se tiene una estadística real de cuántas fueron las víctimas de la pólvora en la temporada navideña y de fin de año.
El subdirector de la Policía Municipal, Pompilio Machado, dice que los decomisos se realizaron en los puntos fijos de las entradas de la ciudad. “Nos sentimos satisfechos porque se cumplió la ordenanza, pero fracasamos porque no podemos desconocer que no se logró controlar al cien por ciento”, dice el funcionario.
Desde la vigencia de la ordenanza hace más de siete años es primera vez que los vendedores han desafiado a las autoridades al instalar puestos a pocas cuadras del palacio municipal, en los mercados y otros sitios como Las Palmas. La venta en las pulperías fue incontrolable, como quedó evidenciado la Nochebuena y el 31 de diciembre.
La Policía Municipal informó que las tres toneladas de pólvora serán destruidas el 6 de enero. El cargamento está valorado en un millón de lempiras, informó Machado.
