Tegucigalpa, Honduras.
La primera noche de Rosa Elena de Lobo en la Penitenciaría Nacional de Adaptación Social (Pnfas), en Támara, Francisco Morazán no pasó desapercibida entre la comunidad carcelaria.
Por ello, los apoderados legales de la esposa de Porfirio Lobo pidieron a las autoridades penitenciaras que fuera colocada en un recinto seguro, ya que temían represalias o que alguna persona atentara contra ella.
“Había temor de represalias por parte de las maras o alguna interna que la perjudicara; pero no, ella estuvo tranquila, pasó una noche serena. Está con seguridad dentro del centro penal y se instala en un área especial del centro”, expresó Helena Bonilla de Martínez, apoderada de Rosa Elena.
Y es que Rosita fue instalada junto con la exjueza de jurisdicción nacional Liz María Núñez, quien está acusada de prevaricato y abuso de autoridad en el sonado caso “Shalom”, en el que se supone favoreció judicialmente a dos parientes del exconsejero de la Judicatura Teodoro Bonilla. Liz María Núñez se ha convertido en la compañera de celda de la ex primera dama. El lugar que ahora llena Rosa antes estuvo ocupado por Rita María Villafranca Rodríguez, una ciudadana que fue absuelta, pero que pagó pena por estar acusada de asesinato y actos de lujuria en perjuicio de su suegra Lolany Altagracia Matuty Gutiérrez de Marichal.
Se supo además que “ Mi Rosa”, como le dice de cariño su esposo, se reunió con una sicóloga y con la directora del recinto carcelario femenino.
La visitan
Ayer a las 10:00 am, sus apoderados Iván Martínez Ordóñez y Helena Bonilla de Martínez fueron a visitarla.
Según cuentan, ella se mostró alegre y esperanzada.
Por más de una hora permanecieron en el interior de la celda donde está recluida en el penal, una zona considerada privada o “ VIP”, ya que las presas sin antecedentes de investidura no tienen acceso.
Los abogados le llevaron ropa y otros enseres para que la vida se le haga más cómoda en ese lugar. Una inquietud de los abogados era constatar su estado de salud y ánimo, pero la encontraron optimista y preparada para continuar el proceso.
“Fuimos a corroborar su estado de salud. Está bien, normal, serena. Todavía nos faltan detalles en el caso, pero tenemos preparada la defensa que haremos en los tribunales hoy” explicó la apoderada legal.
Configuración de delitos
Algo que espera la defensa de la ex primera dama debatir hoy en la audiencia inicial es la configuración de los delitos de los que se acusa a Rosa Elena Bonilla. Para ellos, el Ministerio Público no está calificando de forma correcta los delitos que se le imputan.
“Creemos que no se configura ni el delito de lavado de activos, ni la asociación ilícita y mucho menos la malversación de caudales públicos. Esa es una fortaleza para la defensa. Vamos a rebatir el planteamiento del Ministerio Público y con la prueba que aportaremos probaremos la inocencia de nuestra representada”, dijo Bonilla de Martínez.
Hoy se define si el juez, con base en las pruebas presentadas por las partes, dicta o no auto de formal procesamiento. En caso de decretarlo, Rosa Elena Bonilla regresará al Pnfas, adonde deberá esperar la audiencia preliminar que se programa dentro de los próximos 60 días, para la presentación que las partes harán de los medios de prueba que propondrán para el juicio oral y público. El lavado de activos es uno de los delitos que no admite medidas sustitutivas.
La primera noche de Rosa Elena de Lobo en la Penitenciaría Nacional de Adaptación Social (Pnfas), en Támara, Francisco Morazán no pasó desapercibida entre la comunidad carcelaria.
Por ello, los apoderados legales de la esposa de Porfirio Lobo pidieron a las autoridades penitenciaras que fuera colocada en un recinto seguro, ya que temían represalias o que alguna persona atentara contra ella.
“Había temor de represalias por parte de las maras o alguna interna que la perjudicara; pero no, ella estuvo tranquila, pasó una noche serena. Está con seguridad dentro del centro penal y se instala en un área especial del centro”, expresó Helena Bonilla de Martínez, apoderada de Rosa Elena.
Y es que Rosita fue instalada junto con la exjueza de jurisdicción nacional Liz María Núñez, quien está acusada de prevaricato y abuso de autoridad en el sonado caso “Shalom”, en el que se supone favoreció judicialmente a dos parientes del exconsejero de la Judicatura Teodoro Bonilla. Liz María Núñez se ha convertido en la compañera de celda de la ex primera dama. El lugar que ahora llena Rosa antes estuvo ocupado por Rita María Villafranca Rodríguez, una ciudadana que fue absuelta, pero que pagó pena por estar acusada de asesinato y actos de lujuria en perjuicio de su suegra Lolany Altagracia Matuty Gutiérrez de Marichal.
Se supo además que “ Mi Rosa”, como le dice de cariño su esposo, se reunió con una sicóloga y con la directora del recinto carcelario femenino.
La visitan
Ayer a las 10:00 am, sus apoderados Iván Martínez Ordóñez y Helena Bonilla de Martínez fueron a visitarla.
Según cuentan, ella se mostró alegre y esperanzada.
Por más de una hora permanecieron en el interior de la celda donde está recluida en el penal, una zona considerada privada o “ VIP”, ya que las presas sin antecedentes de investidura no tienen acceso.
Los abogados le llevaron ropa y otros enseres para que la vida se le haga más cómoda en ese lugar. Una inquietud de los abogados era constatar su estado de salud y ánimo, pero la encontraron optimista y preparada para continuar el proceso.
“Fuimos a corroborar su estado de salud. Está bien, normal, serena. Todavía nos faltan detalles en el caso, pero tenemos preparada la defensa que haremos en los tribunales hoy” explicó la apoderada legal.
Configuración de delitos
Algo que espera la defensa de la ex primera dama debatir hoy en la audiencia inicial es la configuración de los delitos de los que se acusa a Rosa Elena Bonilla. Para ellos, el Ministerio Público no está calificando de forma correcta los delitos que se le imputan.
“Creemos que no se configura ni el delito de lavado de activos, ni la asociación ilícita y mucho menos la malversación de caudales públicos. Esa es una fortaleza para la defensa. Vamos a rebatir el planteamiento del Ministerio Público y con la prueba que aportaremos probaremos la inocencia de nuestra representada”, dijo Bonilla de Martínez.
Hoy se define si el juez, con base en las pruebas presentadas por las partes, dicta o no auto de formal procesamiento. En caso de decretarlo, Rosa Elena Bonilla regresará al Pnfas, adonde deberá esperar la audiencia preliminar que se programa dentro de los próximos 60 días, para la presentación que las partes harán de los medios de prueba que propondrán para el juicio oral y público. El lavado de activos es uno de los delitos que no admite medidas sustitutivas.
