Tegucigalpa, Honduras
El expresidente hondureño Roberto Micheletti alabó este jueves la decisión tomada por la Corte Penal Internacional (CPI) quien informó ayer que no abrirá una investigación sobre los actos violentos ocurridos tras el golpe de Estado de junio de 2009 en Honduras, por falta de elementos probatorios sobre crímenes de lesa humanidad.
La CPI había abierto en octubre de 2011 una 'investigación preliminar' para determinar si hubo crímenes que entren dentro de su competencia en el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra Manuel Zelaya, encabezado por Roberto Micheletti.
'Expresar el agradecimiento a Dios por estos acontecimientos que día a día le dan a uno la tranquilidad y la serenidad que debe de tener un hombre o un grupo de personas que actuaron bajo la responsabilidad y tratando de respetar los derechos de los demás', dijo el exmandatario.
Micheletti reveló que además fue 'enjuiciado en los Estados Unidos pero de la misma forma fue liberado de cualquier acción que suponen, a través de los derechos humanos en Honduras, los comunistas arrepentidos'.
'Les encanta cuando los organismos internacionales dan votos en contra de una persona que los derechos humanos en Honduras han acusado, pero ahora que están en esta situación empiezan a juzgar diciendo que estos organismos no sirven para nada', según el expresidente Micheletti.
'Yo quiero decirle a la ciudadanía que tratamos de ser los más responsables en los actos que nos permitieron hacer durante fuimos gobernantes', apuntó.
Micheletti concluyó que cumplieron con el 'deber ciudadano, tratando de proteger nuestra Constitución de la República y sus leyes, y no quisimos hacer nada para romper esa armonía que existió en los ciudadanos hondureños en años anteriores'.
El día del golpe de 2009, Zelaya fue aprehendido por miembros de las fuerzas armadas y trasladado a Costa Rica por la fuerza.
Las manifestaciones contra el golpe fueron 'severamente y, en algunos casos, violentamente reprimidas' y se produjeron 'violaciones a los derechos humanos en gran escala', señaló el comunicado de la CPI al recordar el contexto de la época.
El expresidente hondureño Roberto Micheletti alabó este jueves la decisión tomada por la Corte Penal Internacional (CPI) quien informó ayer que no abrirá una investigación sobre los actos violentos ocurridos tras el golpe de Estado de junio de 2009 en Honduras, por falta de elementos probatorios sobre crímenes de lesa humanidad.
La CPI había abierto en octubre de 2011 una 'investigación preliminar' para determinar si hubo crímenes que entren dentro de su competencia en el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra Manuel Zelaya, encabezado por Roberto Micheletti.
'Expresar el agradecimiento a Dios por estos acontecimientos que día a día le dan a uno la tranquilidad y la serenidad que debe de tener un hombre o un grupo de personas que actuaron bajo la responsabilidad y tratando de respetar los derechos de los demás', dijo el exmandatario.
Micheletti reveló que además fue 'enjuiciado en los Estados Unidos pero de la misma forma fue liberado de cualquier acción que suponen, a través de los derechos humanos en Honduras, los comunistas arrepentidos'.
'Les encanta cuando los organismos internacionales dan votos en contra de una persona que los derechos humanos en Honduras han acusado, pero ahora que están en esta situación empiezan a juzgar diciendo que estos organismos no sirven para nada', según el expresidente Micheletti.
'Yo quiero decirle a la ciudadanía que tratamos de ser los más responsables en los actos que nos permitieron hacer durante fuimos gobernantes', apuntó.
Micheletti concluyó que cumplieron con el 'deber ciudadano, tratando de proteger nuestra Constitución de la República y sus leyes, y no quisimos hacer nada para romper esa armonía que existió en los ciudadanos hondureños en años anteriores'.
El día del golpe de 2009, Zelaya fue aprehendido por miembros de las fuerzas armadas y trasladado a Costa Rica por la fuerza.
Las manifestaciones contra el golpe fueron 'severamente y, en algunos casos, violentamente reprimidas' y se produjeron 'violaciones a los derechos humanos en gran escala', señaló el comunicado de la CPI al recordar el contexto de la época.
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