27/04/2024
11:14 PM

Richard Rodríguez con su 'caballo publicista” enfrenta la adversidad

Los tiempos han cambiado para Richard Rodríguez, pero siempre se mantiene optimista.

Con su carreta se ha convertido en una figura pintoresca en las principales ciudades del norte del país por su peculiar forma de hacer publicidad. El nombre de Richard Rodríguez no es muy conocido, pero sí su figura desgarbada al frente de su colorido carruaje, halado por un caballo con anteojos y sombrero, que exhibe anuncios de todo tipo.

Desde pequeño a Richard le gustaba el espectáculo. En su niñez formó parte del conjunto musical Los Acuarios de Casa Presidencial, cuando era jefe de Estado Oswaldo López Arellano. “Tocábamos en el despacho presidencial cuando llegaba algún embajador a presentar sus cartas credenciales”.

También fue uno de los primeros camarógrafos de televisión de San Pedro Sula y como piloto privado estuvo volando por algún tiempo los cielos de Honduras.

Ahora sus parientes tienen que subirlo en peso a su carreta porque sufrió una lesión en la columna vertebral que lo mantiene paralizado de la cintura hacia abajo. Cierta vez una de las llantas de su carreta se atoró en una alcantarilla sin tapadera y por sacarla hizo tanta fuerza que le salió una hernia en la columna vertebral.

No obstante, no se queja ni reniega de la vida. Sigue tomando alegremente las riendas de su caballo Moreno mientras sonríe a la gente que lo ve pasar sin darse cuenta que ya no puede pararse.
“El sonido que se ve”

Después de haberse enfrentado a la vida recorriendo los diferentes caminos que abren los medios de comunicación, Richard decidió instalar su propio negocio de publicidad para brindar servicio a clientes poniendo a funcionar toda su creatividad.

“El sonido que se ve” le puso a su negocio sobre ruedas queaparte de abaratar los costos de sus anunciantes, es la más original forma de hacer publicidad ambulante. “Le coloqué unos chonguitos y un sombrerito al caballo para arrancarle una sonrisa a la gente y que se fije en nosotros”, comenta Richard.

Los transeúntes se detienen a escuchar la música y los anuncios que el vehículo va esparciendo por las calles a través de los potentes parlantes que tiene el vehículo, fabricado por el propio Richard y un hermano.

La mitad del techo se convierte en pantalla para proyectar por la noche videos de eventos y anuncios a través de un data show.

El diseño original era el de una diligencia como las que se usaban en el viejo oeste de Estados Unidos, para que además sirviera de atractivo turístico, pero al final se le dio un toque más moderno. Aún así, hay extranjeros que piden un paseo por la ciudad en la carreta que dispone de dos cómodos asientos.

Mil usos

La publicidad le atrajo desde que trabajó en Canal 7 de San Pedro Sula, adonde fue desde camarógrafo hasta productor, allá por los años setenta. A veces acompañaba con su cámara a los periodistas mientras recorrían las calles buscando información y les hacía el guion a los presentadores del primer canal de televisión de San Pedro Sula.
Prácticamente dormía en la televisora porque el mismo equipo de transmisión que él usaba de día servía para realizar los trabajos de producción que duraban hasta las cuatro de la madrugada.

Por esa experiencia que pocos tenían en aquel tiempo fue enviado junto con su tío Nicho Cuéllar a abrir Canal 3 de Televicentro en Tegucigalpa. “Allí conocí a German Allan Padget que era Secretario de Prensa de Policarpo Paz García. Con él hicimos la campaña ‘Una Patria para todos’ con el fin de motivar a los hondureños a votar y abrir la etapa democrática que inició con Suazo Córdova”.

Aquel ambiente de canales, emisoras y publicidad le abrió también la oportunidad de aprender a volar aviones mediante instrumentos. Pero entre tanto trajín se estaba olvidando que tenía un hogar en San Pedro Sula.

Cuando lo recordó decidió regresar a la ciudad industrial con la idea de explotar su capacidad para hacer anuncios, en beneficio propio. “Me di cuenta que tenía capacidad para hacer publicidad y pensé: es tiempo que me independice”.

Decidió hacer un medio diferente para anunciantes que no tienen capacidad de pagar publicidad en las televisosas, pero que además sirviera de atractivo a la ciudad, y promotor de la música hondureña.

Así fue como de repente apareció en las calles con aquel vehículo con el que sigue dándoles aires alegres a los diferentes eventos en ciudades como San Pedro Sula, El Progreso y La Lima de donde es originario. El publicista nato no parece dejarse abatir por la tristeza de no tener el dinero necesario para pagar la operación que podría devolverle la facultad de volver a caminar .

Ayudante. Su hija Fara Mercedes es ahora quien adorna al caballo para que luzca coqueto cuando va halando la carreta por las calles. Con una rapidez asombrosa le coloca guirnaldas en las patas, unos lentes grandes y un sombrero colorado. El animal está bien cuidado. Tiene a tiempo su comida y el agua que su amo lleva en una cubeta dentro de la carreta. Cuando ambos se cansan, detiene la carreta y se ponen a descansar, comenta Richard.

Negocio. A Richard le han robado varios de los caballos que le sirven en su negocio. Los cuida tan bien que cuando alguna gente perversa los ve bonitos se los roban, dice. Por eso ahora a Moreno lo mantiene vigilado. El equino duerme casi a la puerta de una humilde vivienda que Richard tiene en Villa Ernestina de San Pedro Sula, para estar viéndolo a todas horas cuando no están trabajando.

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