26/04/2024
10:01 AM

A los ocho años hizo su primera guitarra

Francisco Carranza ha recibido grandes homenajes, pero también chascos, como cuando lo invitaron a una degustación de quesos hediondos en Francia.

Su mamá cuenta que a los cuatro años de edad, cuando vivían en Siguatepeque, Francisco Paco Carranza trataba de sacarles sonidos a las rajas de ocote fino poniéndoles una cuerda.

El ahora consagrado guitarrista dice que él eso no lo recuerda porque estaba muy chiquito, pero que sí conserva en su memoria un pasaje que también refleja su vocación por la música: tendría ocho años cuando hizo su primera guitarra con una tabla de madera rústica y cuerdas que sacó de un pedazo de tela metálica. “Con una hachita le di forma de guitarra a la tabla y le puse cuerdas”. Por supuesto que aquello era solo un remedo del instrumento musical, según comentó.

Cuando al fin tuvo una guitarra de verdad, mientras estudiaba en el instituto León Alvarado de Comayagua, se volvió un músico de afición porque aprendió a tocarla sin maestro. No le faltaba el instrumento bajo el brazo.

Recuerda que después de una noche bohemia con un grupo de compañeros de colegio se fueron a una famosa venta de tamales del barrio Abajo de Comayagua. Entre los clientes del popular negocio había un hombre visiblemente embriagado, pero distinguido, quien le pidió a Paco: ‘Hey, cipote, dame esa guitarra que quiero cantar’.

Tras que Paco le entregó el instrumento, el extraño comenzó a cantar una melodía llamada Temor sublime, la cual le gustó tanto al cipote que se la aprendió completita con todo y música en ese mismo momento.

Después se dieron cuenta los colegiales que aquel caballero era nada menos que el catedrático y laureado poeta, nacido en Comayagua, Antonio José Rivas. Carranza todavía canta la melodía en sus conciertos.

Por ese tiempo su padre Maximiliano Carranza era el alcalde de Siguatepeque y presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal, por lo que fue detenido y llevado al presidio de Camayagua cuando los militares dieron golpe de Estado a Ramón Villeda Morales en 1963.

Dio la casualidad que ese 3 de octubre Paco estaba pasando el feriado en la casa de sus padres en Siguatepeque, por eso cuando los militares capturaron a su padre, también se lo llevaron a él y a otro hermano menor, aunque a ellos los liberaron poco después.

Don Maximiliano continuó siendo el alcalde después de salir de prisión, pero al terminar su mandato y graduarse Paco de bachiller, la familia decidió venirse a vivir a San Pedro Sula.

“Mi papá vino a poner un negocio de compra y venta de café en el que yo le ayudaba, por eso me aficioné tanto a la guitarra como al negocio, lo que no me permitió terminar mis estudios en la univesidad”.

Sin embargo, tomó cursos de guitarra a distancia que le permitieron ponerles lustre a los conocimientos empíricos que ya tenía y fundar su propia escuela de guitarra.

En San Pedro Sula conoció a Gloria Consuelo Amaya con la que se casó y procreó tres varones y una mujer. También tiene aquí a su madre, la que vive al lado de su casa de Prado Alto. Por eso dice que es nativo de Siguatepeque y sampedrano de corazón.

Trajo a Lidia Handal

Cuando fungió como jefe del departamento de Cultura de la Municipalidad en el gobierno de Luis García Bustamante logró traer a la compositora nacional Lidia Handal -que vivía en Estados Unidos- para recibir un homenaje en el Festival de los Zorzales que ella había fundado. Eso fue una proeza que ni los presidentes de Honduras habían logrado, ya que la autora de temas como El Bananero y Jamás había asegurado que no regresaría a su patria después de que se vio obligada a abandonarla tras recibir amenazas por sus ideas, en tiempos de la Guerra Fría.

Había puesto como condición para venir a San Pedro Sula que nadie supiera el día ni la hora en que llegaría porque no quería propaganda. Incluso estuvo a punto de regresarse del aeropuerto sampedrano porque creía que la estaban utilizando para publicidad al ver el nombre de una casa comercial que casualmente tenía su apellido, en la carreta donde llevaban sus maletas.

Ni siquiera quiso dar conferencia de prensa, el único periodista que logró entrevistarla en privado fue Renán Martínez de Diario LA PRENSA, recuerda ahora Carranza. Como al año siguiente, la mujer, símbolo de la hondureñidad, falleció en Estados Unidos.

Con el Rey de los quesos

Carranza ha dado recitales en casi todo Honduras, con el grupo de sus alumnos y solo; también ha sido objeto de homenajes en otros países. Uno de los que no olvida es el que le hizo la Universidad de Campinas en Brasil adonde fue recibido con una banda que tocaba en el parque, algo que solo había visto en las películas mexicanas, según dijo.

“Maestro Carranza, este concierto es para usted”, le dijo uno de los jóvenes que integraban aquel grupo.

Por la noche, una orquesta de 64 músicos ejecutó las piezas de Paco Carranza en el principal teatro de la ciudad cuyo escenario estaba adornado con doscientas guitarras que colgaban del techo en honor al hondureño.

“Fui el hombre más fotografiado de la noche, me atendieron mejor que en cualquier lugar de Honduras”, dijo .

En esos periplos a los que lo llevó su arte también vivió algunos chascos como cuando participó en un encuentro internacional de profesores de música en un pueblo de Francia al que asistió un personaje llamado el Rey del queso.

Cuando anunciaron que el Rey del queso ofrecería una recepción a los invitados, Carranza pensó que se trataría de un banquete, así que llegó sin comer. Resulta que en la reunión únicamente había vinos y quesos de todos los tipos, pero rancios y hediondos como le gusta a la gente de aquellas latitudes.

El queso apenas lo probó y no tomó vino porque es abstemio, así que pidió que le sirvieran agua, pero la respuesta de los anfitriones fue: ‘el agua aquí la ocupamos para enjuagarnos’.

Era sobrino de “Calcañal”

Paco Carranza conserva todavía en su casa el radio Telefuken en el que escuchaba todos los anuncios de la época cuando era niño.

También escuchaba los programas del cómico hondureño José Reyes Carranza, conocido como Domingo Calcañal, que casualmente era tío suyo.

Aparte de hacer reír a los hondureños con sus ocurrencias, Reyes Carranza es el autor de la popular canción a la Virgen de Suyapa. Por eso Paco cree que de allí le viene la vena artística. él también ha compuesto una gran cantidad de melodías que le han dado renombre internacional, como la Danza Catracha. Cuenta que cierta vez que lo invitaron para hacerle un homenaje en Brasil, los organizadores del evento quisieron saber qué significaba la palabra catracha, antes de anunciarla.

A los brasileños les despertó curiosidad la palabrita que creían que estaba relacionada con algún término musical que ellos no conocían.

Sin embargo, el hondureño explicó al auditorio que el nombre proviene de un general oriundo de estas tierras llamado Florencio Xatruch allá por 1800, que fue un defensor de la soberanía centroamericana. Como los enemigos del general no podían pronunciar la palabra Xatruch decían: ‘allí vienen los “satroches’ cuando se referían a los soldados del general. La palabra se fue transformando hasta quedar convertida en catrachos, como se designa a los hondureños y a todo lo relacionado con Honduras, como la música del talentoso guitarrista.