Delicadas y coloridas piezas de barro son exhibidas en las orillas de la carretera al sur, justo frente a la colonia Las Mandarinas de este municipio.
Más de 60 vendedores han instalado sus puestos cerca de la carretera para promocionar estas hermosas esculturas elaboradas por las manos prodigiosas de los campesinos y pintadas cuidadosamente por los comerciantes.
Esta es una actividad que les permite tener ingresos a muchas familias, pues las esculturas son traídas de distintas aldeas de esta región.
Para los turistas resulta imposible no detenerse a echarles un vistazo a los ingeniosos diseños en barro.
Muchas personas desean darles un aire pueblerino a sus hogares o embellecer sus jardines con estas piezas.
Lidia López, una de las vendedoras, manifestó que a diario llegan muchas personas de distintos lugares del país en busca de estas esculturas.
“El producto se vende mucho. Aquí viene gente de todos lados”.
Según López, las piezas que más llaman la atención de los viajeros son las que tienen similitud con las hongos, las ranas y los jarrones. “Tenemos muchas esculturas sin pintar para que el comprador decida cómo quiere que se vea. La mayoría prefieren las piezas rústicas para adornar los jardines o las entradas de las casas”.
Los precios cambian dependiendo el tamaño de la obra, hay desde 50 hasta 2 mil lempiras.
“El costo depende de la calidad y del estilo”, dijo Iris Castillo, vendedora de artesanía.
Indicó que todos los pobladores de la colonia Las Mandarinas se dedican a la venta de estas piezas.
Decoración
Cuando los comerciantes no están atendiendo a los clientes se dedican a pintar las esculturas.
Castillo contó que a la gente le agrada la combinación de los colores llamativos, como rojo, amarillo, verde y naranja.
La mayoría de los vendedores son madres solteras que mantienen sus hogares y han graduado a sus hijos con la venta de artesanías.
“Los primero que ven los clientes es una sonrisa en nosotras, ya que estamos agradecidas con Dios por tener un trabajo. La situación económica en el municipio es difícil”, dijo Castillo.
Occidente pide reparación de vías
Santa Rosa. La reconstrucción total de más de 240 kilómetros de carretera se convirtió nuevamente en el reclamo de distintos sectores del occidente de Honduras.
Miembros del Eroc (Espacio Regional de Occidente), conformado por gobiernos municipales, instituciones gubernamentales y empresa privada de Copán, Lempira y Ocotepeque, tuvieron una reunión en la que se afinaron detalles para organizar medidas de presión contra el Gobierno en exigencia de la construcción de la carretera que cruza la región.
Francisco Valle, representante de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente en el Eroc, se lamentó: “En este país, si no hay medidas de presión, no se consigue nada”.
Aseguró que las condiciones de la carretera que recorre el occidente del país “son lamentables”, por lo que se exige reconstruirla totalmente. “Nos da pena que personas de El Salvador y Guatemala, que son quienes más frecuentan nuestro país, vengan en esas condiciones, principalmente porque el sector del turismo está promoviendo la cultura maya este año”.
Casiodoro Martínez, director ejecutivo de la Cámara de Industria y Comercio de Copán, aseguró que la economía del occidente del país es la más afectada.
“No se está considerando que esta carretera es internacional y que la agricultura, el turismo la producción y otros sectores están siendo directamente perjudicados porque transportar productos cada vez es más difícil”, aseguró el representante de los empresarios.
Martínez señaló que empresas guatemaltecas y salvadoreñas podrían dejar de traer productos a Honduras debido a las malas condiciones de la carretera. “No sé el número de accidentes que han ocurrido en esta carretera, pero es de hacer notar que hay que hacer algo antes de que se generen más accidentes”.
