30/04/2024
12:50 AM

Con 60 personas protegerán del fuego más de 57,000 hectáreas de El Merendón

El Zapotal, Buenos Aires, Ladrillos, Cofradía, El Gallito y Tomalá son áreas vulnerables.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Unas 75 hectáreas de bosque se perdieron el año pasado en El Merendón. La causa: los incendios forestales, los cuales buscan reducir con la campaña de prevención y control.

    Es un esfuerzo de la Municipalidad, el Instituto de Conservación Forestal (ICF) y otras organizaciones que se unen para proteger las 57,682 hectáreas de la montaña considerada el pulmón de San Pedro Sula.

    La comunidad de Ladrillos fue el escenario para lanzar la campaña y mandar un mensaje con el fin de crear conciencia entre los miles de pobladores para evitar las quemas y apoyar la reforestación.

    Ya están formadas las cuadrillas que permanecerán en las áreas vulnerables: El Zapotal, Buenos Aires, Ladrillos, Cofradía, El Gallito, El Naranjito y Tomalá.

    Aunque el número es poco para la cantidad de hectáreas, ayer anunciaron que hay 60 personas disponibles en las brigadas contra incendios forestales. El alcalde Armando Calidonio contó que se han registrado incendios forestales, pero se han controlado y reforestado las áreas afectadas.

    “Trabajando juntos es como podemos hacer la diferencia y en este tema ambiental debemos que participar todos”.

    Reconoció el trabajo de algunas fundaciones en la protección de la cordillera El Merendón y de los Amigos Municipales Forestales, que recibieron un reconocimiento por la ardua labor que desempeñan para preservar la montaña.

    Para Cristy Raudales, gerente de Dima, uno de los grandes éxitos para proteger El Merendón es la capacidad de respuesta. “Hemos iniciado la campaña de prevención que dura seis meses.

    Buscamos hacer rondas en unos 200 kilómetros para evitar que los incendios pasen de un sector a otro y también en las zonas que han sido recién reforestadas donde se realizarán trabajos de limpieza permanente”, agregó. Pedro Benítez, director regional del Instituto de Conservación Forestal, confirmó que el año pasado se quemaron 75 hectáreas, lo que significa una reducción importante que se debe al trabajo de las instituciones.