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Un rosario de faltas motivaron la cancelación de José Orlando Leiva

  • 06 agosto 2017 /

Se le investigó por haber facilitado la libertad de un sujeto que fue detenido con 80,000 dólares También se le acusó de extraviar un fusil Galil que le asignaron

Tegucigalpa, Honduras

Un rosario de faltas graves y supuestos delitos en su hoja de servicio fueron los que llevaron a la Comisión Especial de Depuración de la Policía a cancelar “por reestructuración” al subcomisionado José Orlando Leiva Natarén, y no necesariamente fueron las investigaciones de presunto lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

Según el expediente oficial, al que tuvo acceso exclusivo Diario LA PRENSA, el oficial sirvió 25 años consecutivos en la Policía, pero a raíz de una serie de faltas que mancharon su hoja de servicio fue suspendido para investigación el 17 de abril de 2016.

Sin embargo, tres meses después, el 9 de agosto de 2016, lo cancelaron por reestructuración, lo que implicó el pago de todos sus derechos laborales por todos los años de servicio en el estamento armado.

Leiva Natarén ocupó diferentes cargos en la institución, siendo los más relevantes como subjefe de la Policía Preventiva en Comayagua y jefe del centro penal de San Pedro Sula en 2012. También tuvo un efímero paso como jefe policial en Ocotepeque.

Su récord disciplinario plasma que el 6 de enero de 1996 se le comunicó 15 días de arresto por tomarse atribuciones que no le correspondían.

El 13 de noviembre de 2002 se le notificó una amonestación por no cumplir en su debido tiempo una orden emanada de la superioridad, en esa ocasión del entonces subcomisionado Salomón de Jesús Escoto Salinas.

Dos años y medio después, el 19 de abril de 2005, se le levantó un informe especial acusándolo de haber intervenido el 1 de abril de 2005 a favor de un sujeto identificado como Alberto Antonio Reyes, a quien se le encontró 65,000 lempiras en su vehículo Subaru, 80,000 dólares y un arma de fuego tipo Bereta, con carnet de portación a nombre de otra persona.

Según el informe oficial, el detenido hizo una llamada telefónica al oficial Leiva Natarén, quien le dijo al encargado de la patrulla —clase II Felipe Izaguirre Aplícano— que era un amigo de él y que también era comerciante, pidiéndole que lo soltara.

Sin embargo, en el expediente no se registró si hubo algún procedimiento administrativo ante este acto de tráfico de influencias.

Posteriormente, el 28 de marzo de 2008, se le levantó un nuevo informe especial por quedarse faltista por tres días en la jefatura departamental número 7. Este expediente tampoco registró que se le haya realizado un procedimiento administrativo por esta falta.

El expediente detalla que el 10 de noviembre de 2008 se le levantó un expediente investigativo por suponerlo responsable de facilitar el asesinato del policía Carlos Roberto Salgado, y entorpecer las investigaciones del mismo caso utilizando sus influencias como subjefe departamental de Comayagua.

“De acuerdo con el informe investigativo realizado por el subcomisario de policía Ariel Feliciano Maradiaga, jefe de la sección administrativa de la misma jefatura, por instrucciones del jefe departamental, subcomisionado Óscar Armando Gómez Matamoros, el asesinato fue ejecutado por miembros de la banda de los Maldonado con ayuda del oficial Leiva Natarén. En el expediente no consta si hubo sanción penal o administrativa por este caso”, cita textualmente el informe oficial en poder de LA PRENSA.

Mucho antes, el 5 de enero de 1993, según el expediente, se le otorgó carta de libertad definitiva emitida por el Juzgado de primera Instancia Militar de la décima región de Olancho, en virtud de haber sido confirmado el sobreseimiento definitivo dictado a su favor por el delito de homicidio consumado en perjuicio de Celso de Jesús Matute Martínez.

En 2015, también se le levantó un proceso administrativo por el extravío de un fusil Galil serie 98116454, registro 4345, asignado a él, por lo que se le castigó deduciéndole el valor del arma por planilla.

También se le investigó por orden de la Comisión Depuradora por ser uno de los oficiales de la Policía que estuvo en reposo con el fin de eludir las medidas disciplinarias en su contra.

El informe detalla que desde el 1 de mayo de 2015 hasta el 15 de abril de 2016 solicitó reposo por incapacidad médica, aduciendo problemas relacionados con lumbalgia.