Potrerillos, Villanueva.
La falta de un techo y comida en la mesa son algunas de las dificultades a las que se ha enfrentado Ana Ruth García junto con su esposo Francisco Pineda y sus cuatro hijos; sin embargo, la prueba más dura fue enterarse de que su hija Martina padecía microcefalia.
Martina llegó a este mundo hace seis años en la Clínica Periférica de Maternidad, Villanueva, y desde entonces se convirtió en la prioridad de su madre.
Pese a los pronósticos de que su hija moriría, su familia se enfocó en usar sus energías para que ella pudiera tener una vida normal.
Desde 2014, Ana camina tres kilómetros diarios para llevar a Martina al Centro Intercomunitario de Solidaridad (CIS), adonde recibe terapia física, de lenguaje y estimulación temprana.
Gracias a su sacrificio, Martina ahora camina, habla muy bien, ingresó a estudiar el primer grado y sigue recibiendo terapia tres veces por semana.
Hace un mes, la familia adquirió un terreno de parte de Candy Ávila, hondureña radicada en Estados Unidos, y luego Cepudo gestionó para la edificación de su casa en ese lugar.
Sin embargo, los ingresos económicos de la familia no son suficientes para ayudar a Martina, por ello su madre pide a los hondureños que se solidaricen con ellos donando víveres, vitaminas, ropa, pero, sobre todo, una oportunidad de empleo para su esposo, quien es agricultor y solamente gana un promedio de 100 lempiras al día.
Si desea apoyar a esta familia puede comunicarse al 9556-9368 o donar a la cuenta 21 207 0840713, de Banco de Occidente, a nombre de Ana Ruth García Muñoz.
