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Omoa, una sirena frente al mar Caribe de Honduras

  • 09 julio 2016 /

En cuanto sale el sol vuelven a las playas los amantes de la recreación.

Omoa, Honduras

El verano pasó, pero en cuanto el cielo se despeja la gente acude en masa para tomar posesión de cualquiera de los sitios encantados del municipio de Omoa, localizado en una pequeña bahía como a 18 kilómetros de Puerto Cortés.

Una fuente con esculturas de pelícanos, tucanes, tapires, garzas y guacamayas recibe a los visitantes a la entrada del Puerto de Omoa.

Si el visitante se interna en el poblado llegará a las playas municipales bordeadas de una larga fila de restaurantes donde puede disfrutar desde un pescado frito hasta una sopa de mariscos.

Omoa no solo es playas, su fortaleza en pleno centro de la comunidad encierra historia de piratas que asaltaban los corsarios que transportaban el oro hondureño hacia España, en los siglos XVII y XVIII y fueron repelidos a puro cañón.

Foto: La Prensa

En los muchos restaurantes y hoteles que hay en todo el municipio no falta el pescado frito con tajadas de plátano.

Los más exigentes gustos en materia de diversión y sana recreación se satisfacen a lo largo y ancho del municipio de Omoa, que no solo ofrece playas y comida, sino cultura, tradición, religión e historia.
Los amantes de la tranquilidad prefieren soslayar el bullicio de la cabecera municipal y seguir en su vehículo condirección a la frontera con Guatemala. Sitios de recreación, restaurantes y miradores se suceden a lo largo de la carretera recién construida.

En Milla Dos está el Family Restaurant que como su nombre lo indica es para disfrutar en familia.

Otro punto de parada es el restaurante Sabor a Costa, en Milla Cinco, aquí se sirve la mejor sopa de mariscos. Así, el visitante va encontrando diferentes sitios en los que no solamente puede comer y bañar sino también practicar deportes extremos como el Canopy.

Entre los hoteles exclusivos que el vacacionista encuentra en ese recorrido, a 15 minutos de Omoa, está Paraíso, que es escogido por personas que prefieren salir de los tradicionales salones de la ciudad para realizar sus eventos sociales frente al mar.

La diversión puede comenzar en los balnearios y restaurantes que hay antes de llegar a Omoa.

Foto: La Prensa

Entre algunos lugares del municipio está Cuyamel, con muchos vestigios que hablan sobre el asentamiento de la primera compañía bananera en el país allá por 1930, la Cuyamel Fruit Company. En las afueras de la comunidad funciona el parque San Ignacio que disfrutan adultos y niños porque además de restaurante cuenta con un zoológico y juegos de diversión.