San Pedro Sula, Honduras.
Tienen la fuerza de un hombre adulto, usan fusiles, asaltan, secuestran y extorsionan, pero son juzgados como niños.
Centenares de menores de 18 años han sido en las últimas dos décadas protagonistas de horrendos crímenes y han sido la base de la existencia de las dos maras más sanguinarias: (la 18 y MS-13), sin embargo, no están en la cárcel.
En un momento que el Gobierno combate a las estructuras criminales, como esas dos maras, organizaciones de diferentes sectores apoyan la propuesta del
presidente Juan Orlando Hernández de revisar la edad punible.
“Estamos conscientes de que vivimos una realidad que debe ser enfrentada con determinación, por lo cual manifestamos estar de acuerdo que se revise y se tomen decisiones con respecto a la edad punible en nuestro país”, dijo ayer la Confraternidad Evangélica de Honduras en un comunicado.
El Código de la Niñez y la Adolescencia consigna que son niñas o niños “todas las personas hasta los 18 años de edad”. Mientras el Código Penal, en el artículo 32, advierte que no es imputable “el menor de 12 años. Tanto éste como el mayor de dicha edad, pero menor de 18 años quedarán sujetos a una ley especial”.
Alberto Solórzano, presidente de esa organización religiosa, le dijo a LA PRENSA que “es necesario reducir la edad punible en función de lo que está pasando en el país”.
“Las autoridades hablan de jóvenes de 16 y 17 años que cometen delitos, pero la realidad muestra que hay muchachos de 12 años involucrados en situaciones alarmantes. Tenemos testimonios de muchachos que han matado a tres, a cuatro personas, y no tienen ningún tipo de remordimiento por lo que han hecho”, ejemplificó Solórzano.
Realidad
Actualmente, los menores de 18 años capturados en posesión de armas ilegales, drogas o cometiendo otros delitos son considerados infractores y llevados ante los Juzgados de Letras de la Niñez. Luego, estos menores son remitidos a los centros pedagógicos para que experimenten un proceso de rehabilitación.
Según el jefe de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), el coronel Amílcar Hernández, entre el 40 y 45% de extorsionadores son menores de 18 años.
Hernández, quien evitó opinar respecto a la reducción de la edad punible, explicó a LA PRENSA que “muchos de estos menores son criminales en edades de 14, 15 y 16 años. Son utilizados desde los siete en trabajos de banderas en las pandillas”.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Honduras es uno de nueve países de América Latina donde adolescentes de entre 12 y 18 años tienen responsabilidad penal.
Sin embargo, estos jóvenes no son juzgados como adultos, como sí sucede en otros países, como Estados Unidos.
Tienen la fuerza de un hombre adulto, usan fusiles, asaltan, secuestran y extorsionan, pero son juzgados como niños.
Centenares de menores de 18 años han sido en las últimas dos décadas protagonistas de horrendos crímenes y han sido la base de la existencia de las dos maras más sanguinarias: (la 18 y MS-13), sin embargo, no están en la cárcel.
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Menores infractores
egistra el sistema de rehabilitación de jóvenes. Están en cuatro centros pedagógicos localizados en los departamentos de Francisco Morazán y Cortés.
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“Estamos conscientes de que vivimos una realidad que debe ser enfrentada con determinación, por lo cual manifestamos estar de acuerdo que se revise y se tomen decisiones con respecto a la edad punible en nuestro país”, dijo ayer la Confraternidad Evangélica de Honduras en un comunicado.
El Código de la Niñez y la Adolescencia consigna que son niñas o niños “todas las personas hasta los 18 años de edad”. Mientras el Código Penal, en el artículo 32, advierte que no es imputable “el menor de 12 años. Tanto éste como el mayor de dicha edad, pero menor de 18 años quedarán sujetos a una ley especial”.
Alberto Solórzano, presidente de esa organización religiosa, le dijo a LA PRENSA que “es necesario reducir la edad punible en función de lo que está pasando en el país”.
“Las autoridades hablan de jóvenes de 16 y 17 años que cometen delitos, pero la realidad muestra que hay muchachos de 12 años involucrados en situaciones alarmantes. Tenemos testimonios de muchachos que han matado a tres, a cuatro personas, y no tienen ningún tipo de remordimiento por lo que han hecho”, ejemplificó Solórzano.
| Institución
En septiembre de 2016, el Congreso aprobó la creación del Instituto Nacional para la Atención de Menores Infractores.
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Actualmente, los menores de 18 años capturados en posesión de armas ilegales, drogas o cometiendo otros delitos son considerados infractores y llevados ante los Juzgados de Letras de la Niñez. Luego, estos menores son remitidos a los centros pedagógicos para que experimenten un proceso de rehabilitación.
Según el jefe de la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), el coronel Amílcar Hernández, entre el 40 y 45% de extorsionadores son menores de 18 años.
Hernández, quien evitó opinar respecto a la reducción de la edad punible, explicó a LA PRENSA que “muchos de estos menores son criminales en edades de 14, 15 y 16 años. Son utilizados desde los siete en trabajos de banderas en las pandillas”.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Honduras es uno de nueve países de América Latina donde adolescentes de entre 12 y 18 años tienen responsabilidad penal.
Sin embargo, estos jóvenes no son juzgados como adultos, como sí sucede en otros países, como Estados Unidos.
