05/05/2024
01:50 PM

Las marcas hondureñas se afianzan en Centroamérica

Dos bancos nacionales ganan terreno en plazas vecinas y aspiran a expandirse más en los próximos años. El café hondureño es consumido por turistas de todo el mundo en Panamá.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Después de caminar por las estrechas calles flanqueadas de edificios antiguos, iglesias saquedas por piratas y baluartes coloniales, decenas de extranjeros, atrapados por el espíritu del casco antiguo de Panamá, entran a un pequeño establecimiento a comprar un producto que no está en otras partes y que es cosechado en las tierras hondureñas: el café.

    Incrustado en el casco viejo de Panamá (patrimonio de la humanidad), la cadena catracha Espresso Americano ha llevado a ese país el aroma y el sabor de las fincas de Marcala, Copán, Santa Bárbara y otros municipios al abrir una cafetería que es visitada por turistas de todo el mundo.

    Quienes entran al establecimiento panameño pueden sentirse, por un momento, en una cafetería en Honduras porque Espresso Americano conserva el mismo modelo de negocios, los procesos y procedimientos.

    Esta condición le ha permitido a esa empresa convertirse en la primera franquicia forjada en Honduras en lograr un alto nivel de expansión, incluso, intercontinental. En 2010, Espresso Americano, por medio de un programa de franquicias, saltó las fronteras e irrumpió en los mercados de Panamá y Nicaragua y en 2018 se encuentra en Denver, Colorado, y en Taiwán.

    “Crecer en la región no es fácil, pero siempre estamos en la búsqueda de los mejores aliados comerciales para poder hacerlo”, dice Rogelio Paiz, gerente de franquicias de Espresso Americano.

    Al Espresso Americano del casco antiguo de Panamá llegan turistas de todo el mundo.
    El estratega de expandir la marca mediante el modelo comercial del franquiciado considera que “cada mercado posee sus particularidades y oportunidades, pero en general la experiencia de llegar a nuevos mercados es muy buena y se aprende mucho”.

    Bancos

    Mientras Espresso Americano lleva el café a los mercados vecinos, el sistema bancario, que se mantuvo tímido en décadas anteriores, muestra agresividad y se mantiene a la expectativa para aprovechar cualquier oportunidad que le permita acentuar su presencia.

    Banco Atlántida, el cual surgió en 1913, comenzó operaciones en El Salvador en noviembre de 2017 tras concretar la compra de Banco ProCredit a través de Inversiones Financieras Atlántida, subsidiaria de Inversiones Atlántida (Invatlan), holding del Grupo Financiero Atlántida de Honduras.

    Según la Superintendencia del Sistema Financiero de El Salvador, la operación ejecutada por Inversiones Financieras Atlántida superó los $43 millones.

    La ruta que inició con la compra de AFP Confía y posteriormente con la adquisición de ProCredit ha llevado a Atlántida “en el Salvador a ser el grupo de intermediación financiera con la mayor cantidad de activos en administración y los que se encuentran en franco crecimiento”, dice Guillermo Bueso, presidente de Grupo Financiero Atlántida.

    Ficohsa tiene nuevos clientes en Guatemala.
    “Nuestra actividad comienza a concentrarse alrededor de nuestro banco que no solamente crece por encima de la curva promedio del sistema financiero salvadoreño, sino que también diversifica sus servicios día con día. Nuestro grupo ha sido bien recibido por la sociedad salvadoreña, cosa que nos enorgullece”, explica Bueso a través de un correo electrónico enviado por sus ejecutivos a LA PRENSA.

    La expansión de este importante grupo no concluirá en El Salvador, en los próximos años tiene como objeto ganar espacio en otras plazas.

    “El Grupo continuará ampliando su presencia a nivel Centroamericano, posiblemente regional, a través de la adquisición meditada de instituciones que ofrezcan nuevas oportunidades en mercados que permitirán diversificar nuestras fuentes de ingresos pero que al mismo tiempo permitan hacer uso de nuestras capacidades y de nuestras experiencias en mercados corporativos (...)”, anuncia Bueso.

    Antes de que el Grupo Financiero Atlántida operara su primer banco en el exterior, el Grupo Financiero Ficohsa (GFF), fundado en 1994, comenzó su expansión transfronteriza con la apertura de oficinas de representación en Estados Unidos y Panamá.

    “Grupo Financiero Ficohsa opera en Guatemala, Nicaragua, Panamá, Honduras y Estados Unidos. En Guatemala tenemos un banco y recientemente adquirimos una aseguradora. En Nicaragua y Panamá ofrecemos los servicios financieros del banco incluyendo préstamos, cuentas de ahorro y tarjetas de crédito, así como servicios empresariales. En Estados Unidos tenemos una oficina de representación para atender a hondureños que viven en el exterior y tenemos la remesadora Ficohsa Express”, resume Mónica Aguirre, gerente de marca corporativa de GFF.

    Atlántida se multiplica en El Salvador.
    Aguirre dice que GFF ha “implementado una estrategia de expansión porque ve en la región de América Central inmensas oportunidades de crecimiento y “es por eso que ha consolidado las operaciones bancarias y de seguros desde 2014 con la adquisición de Citibank en Nicaragua y Honduras y recientemente con la adquisición de Seguros Alianza, S.A. en Guatemala. Esto le ha permitido a GFF convertirse en uno de los 10 grupos financieros más importantes de la región”.

    Tiendas

    En el ámbito comercial, Carrión, la primera tienda por departamentos surgida en 1970 en La Ceiba, ya es una marca reconocida en los cincos países de Centroamérica. Posee tiendas en 20 ciudades de la región.

    Al igual que Carrión, Lovable de Honduras se ha constituido en una marca famosa y es reconocida como líder en la fabricación de ropa interior femenina.

    Lovable cuenta con tiendas en los centros comerciales más importantes en Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica.

    Lovable de Honduras opera en centros comerciales de Costa Rica, como el Multiplaza Escazú.
    Imagen

    Quienes lideran las expansiones empresariales son del criterio que estos procesos tienen implicaciones positivas para la imagen de Honduras en el exterior.

    “Es un efecto positivo, de pertenencia sobre todo para todos aquellos hondureños que viven en esos países, además proyecta que nuestro país tiene la capacidad de hacer productos de calidad y que el hondureño es un excelente trabajador”, dice Paiz, de franquicias de Espresso Americano.

    Aguirre, de GFF, piensa que con estas expansiones “nunca nos olvidamos de nuestra esencia y sabemos que los hondureños somos capaces de lograr grandes cosas”.