29/04/2024
09:49 AM

Llevan 20 años de espera para que les pavimenten calles en la Montefresco

San Pedro Sula, Honduras.

Cuando los vecinos de la 11 avenida, 27 y 28 calle de la colonia Montefresco compraron sus viviendas, uno de los mayores atractivos de la zona era la calle pavimentada. Ahora solo es un camino de tierra y hoyos por doquier.

“Hace 20 años que esperamos que las administraciones municipales arreglen esta calle que se ha convertido en un caos”, expresa Zoyla Ferrera, vecina afectada.

La señora relata que cuando se lotificó ese sector la calle era pavimentada, pero que nunca se le dio mantenimiento y se deterioró hasta perderse por completo.

La situación se agravó cuando se desvió la ruta de los buses de la ruta 1 para que pasaran por esa calle y la carga aumentó. Años después se sumaron los buses que hacen el recorrido hasta la terminal de buses, lo que sumó más polvo, peligro por la alta velocidad y atracción para los delincuentes.

“Hace cinco años fue la última vez que vinieron a rellenar esta calle para tapar hoyos. De ahí solo las reparaciones provisionales que han hecho algunos vecinos porque sus vehículos se dañan al pasar por aquí. Hemos visto que el alcalde ( Armando Calidonio) está haciendo cambios en la ciudad y le pedimos que nos agregué a la lista porque nuestras propiedades han perdido valor: una por la delincuencia y dos por el estado de las calles que no le favorecen a nadie”, manifiesta David Espinal, poblador afectado.

Los vecinos no se explican cómo una calle tan importante no sea de interés para la alcaldía, pues aseguran que conecta muchas colonias, además de las miles de familias que viven en la Montefresco.

Ricardo Santos, poblador, refiere que los negocios que están en esa calle son también afectados.

“Constantemente, los productos se llenan de polvo y nadie quiere comprar cosas sucias. Hay que estar limpiando a cada rato para no ahuyentar a los clientes que esperan que se les vendan cosas de calidad”, apunta.

Además de la reparación de las calles, los vecinos piden que se llegue a fumigar la zona, pues los hoyos acumulan agua y eso propicia los criaderos del zancudo que transmite dengue y chikungunya.

Otros problemas son la falta de iluminación; los asaltos y la poca presencia policial.

Aseguran que “de vez en cuando” pasa una patrulla por ahí.