Alex Villanueva, el nuevo director de la Policía Preventiva, prometió iniciar una limpieza de la institución para separar a los agentes coludidos con la corrupción.
La estrategia consistirá en buscar a los elementos comprometidos con la institución y separar a quienes han ocupado sus cargos para delinquir, advirtió al referirse al proceso de depuración que se pondrá en práctica.
“Tenemos que rodearnos, en primer lugar, de una estructura en nuestra organización de oficiales comprometidos, que los hay en un gran porcentaje”, expresó.
Villanueva fue nombrado como titular de la Dirección Nacional de la Policía Preventiva en sustitución de Joaquín Mejía, como parte de un remezón efectuado el viernes pasado que incluyó la separación del resto de la cúpula policial.
Esta sacudida sucedió luego de que Juan Carlos Bonilla, el recién nombrado director de la Policía Nacional, presentara a Pompeyo Bonilla, ministro de Seguridad, una lista de altos oficiales para coordinar las direcciones nacionales.
La propuesta fue aceptada y así comenzó un nuevo intento del Gobierno por adecentar la Policía con nuevos actores en los puestos de mando.
Los nombramientos de estos oficiales son interinos y será ratificados si pasan las pruebas de confianza que se les practicarán.
Esta es la tercera cúpula policial que se nombra en la gestión del presidente Lobo Sosa.
La Policía Nacional ha sido objeto de serias críticas por la colusión de varios de sus miembros con el crimen organizado y los pocos resultados en la lucha contra la delincuencia.
La gota que derramó el vaso fue el secuestro y asesinato del periodista Alfredo Villatoro, un hecho que conmocionó a la sociedad.
Sacudida
El comisionado Villanueva insistió en que la mira está puesta en sacar de la entidad a los malos policías.
“Se han detectado malos hondureños que un día abrazaron a esta institución noble y que la han ensuciado de alguna manera que la han llevado a una crisis institucional”, manifestó.
El oficial dejó claro que los nuevos jefe policiales deberán dar resultados positivos en sus gestiones en un corto plazo y que de lo contrario se exponen a ser sustituidos.
Villanueva se declaró un hombre temeroso de Dios y consideró que la crisis de la institución es reflejo del alejamiento del hombre de los valores espirituales.
