La Ceiba. Los únicos árboles que quedaron de la espesa vegetación que en el pasado caracterizó a la plaza Francisco Morazán de esta ciudad están casi muertos, sin hojas, a punto de secarse.
Estos colosos que tienen entre 60 y 80 años de vida están siendo asfixiados por el cemento. El problema fue advertido por ambientalistas desde que se mostraron los planos de la remodelación de la plaza municipal hace unos tres años. Fuerzas vivas y ambientalistas advirtieron a las autoridades locales sobre las consecuencias que esto provocaría al sustituir el viejo parque con sus frondosos árboles por una obra más moderna y tapizada de concreto.
“No se debieron tocar las raíces, nosotros advertimos a las autoridades en su momento y no nos escucharon, y ahora los únicos árboles insignes de la historia de La Ceiba están agonizando por haberse hecho los oídos sordos”, aseguró Alfonso Vásquez, director de la Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente (Serna) en esta región.
En septiembre de 2011, durante el primer período del actual alcalde municipal, Carlos Aguilar, se iniciaron los trabajos a un costo de unos 14 millones de lempiras. “Era un pulmón para la ciudad, la gente iba a descansar porque había sombra y se podía respirar aire fresco, ahora eso no es posible, se destruyó gran parte de la historia de La Ceiba”, indicó Vásquez.
Problema pudo evitarse
Daniel Lopéz, director de la gerencia municipal ambiental, informó que están haciendo un esfuerzo para poder recuperar los cinco árboles antiguos que han quedado en esta plaza.
“Estamos haciéndoles una poda. También se rompe toda la área base, ya que tenían mucho cemento que los estaban aprisionado. Les vamos a poner tierra negra, para que tengan suficiente humedad y ayudar a su recuperación. Los árboles son mangos indios y cañones”, explicó funcionario municipal.
El funcionario admitió que técnicamente el problema que adolecen las plantas pudo evitarse en su momento. “Ahí hubo errores técnicos, no se hicieron las consultas necesarias a la parte ambiental, debió haber estado en el proyecto un ingeniero forestal. No sé si tomaron en cuenta esa opinión en su momento”, recalcó López.
Debido a que los árboles han empezado a secarse, la gerencia ambiental decidió hacer las enmiendas en la plaza central. “Y ya se están haciendo los esfuerzos para que tengan una pronta recuperación; se les esta dando una buena oxigenación y humedad para que puedan soportar la cantidad de follaje y ramas que hay en cada uno de ellos”, señaló.
