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Pescadores industriales anuncian protestas en los puertos de Honduras

  • 23 febrero 2013 /

Con el fallo limítrofe entre Nicaragua y Colombia, Honduras perdió cinco bancos de pesca.

Incierto es el futuro para la industria pesquera en el Atlántico hondureño debido a la falta de interés del Estado en discutir la problemática del fallo limítrofe con Nicaragua, adonde el país ha perdido una gran extensión de aguas territoriales ricas en recursos marinos, gas natural y petróleo.

La actitud silenciosa que ha tomado el Gobierno hondureño en torno a los fallos entre Honduras-Nicargua y actualmente Colombia-Nicargua mantiene preocupados a los pescadores industriales de esta región. Afirman que el país perdió cinco bancos de pesca. “Se ha trazado un nuevo mapa con ciertas colindancias; pero oficialmente la industria no tiene ningún documento adonde se le da a conocer estas nuevas latitudes vecinas con Colombia y Nicaragua”, lamentó Richard Ned Bonilla, presidente de la Asociación de Pescadores Industriales del Caribe de Honduras (Apicah).

Anuncian medidas

Los pescadores han emplazado al Gobierno para que les dé una respuesta positiva que alivie su situación; de lo contrario, toda la actividad portuaria de la costa norte e insular será paralizada.

“Si el Gobierno no presta atención a nuestra petición, llegaremos a un punto donde nos tomaremos los muelles de cabotaje y turísticos para ejercer presión. Es la única forma de lograr ser escuchados y que salgamos con un documento escrito; si es posible una publicación en La Gaceta para saber hasta dónde se definió la zona marítima”, advirtió Bonilla.

Pérdida de zona gris

Al ser publicado el nuevo fallo por la Corte Internacional de Justicia el año pasado, entre Nicaragua y Colombia, Honduras perdió 18,361 kilómetros cuadrados, con lo que se vino a eliminar la denominada zona gris, adonde los pescadores hondureños desarrollaban el 40% de su explotación de langosta y camarón, asegura Bonilla.

“El sector ya estaba deprimido, y esto es como un toque de gracia. El 80% de la flota no salió este año y más ahora que hay una actividad cerrada para la langosta a partir del 28 de febrero.Se hace incierto el futuro de la pesca en el país”, apuntó Rilcy Gough, pescador industrial afectado. Los afectados afirman que “la desidia del Gobierno ante esta problemática ha provocado que algunas embarcaciones hayan sido decomisadas por las autoridades de Nicaragua”.
Debido a esto para este año se espera una baja en la producción de langosta y camarón.