Con mucho fervor, los ceibeños y las autoridades eclesiásticas revivieron el Viernes Santo el sacrificio del Señor Jesús al ir al monte Calvario para morir por los pecados de la humanidad.
El recorrido por las 14 estaciones de la Pasión corresponde a incidentes que sufrió Jesús y, según el obispo Michael Lenihan, es un acto de piedad y un camino de oración que es necesario recorrer para saber lo que el Señor vivió.
“Es un momento muy especial para los cristianos porque la muerte de Jesús nos conlleva a la vida y debemos conocer los momentos de meditación y sufrimiento que pasó y cuánto era su amor por nosotros”, dijo Lenihan. En muchas de las estaciones se contó con alfombras elaboradas por los grupos con mensajes del amor de Dios a su pueblo.
“Elaboraron alfombras que mostraran la paz que necesita el pueblo de Dios y que solo pueden encontrar en la relación y la búsqueda profunda del Señor”, explicó Miguel Fiallos, miembro del movimiento familiar cristiano.
Este tipo de grupos de la Iglesia Católica ha tratado de involucrar a los jóvenes en el movimiento familiar cristiano parea que conozcan y se les fomente el amor, el servicio y la devoción a Dios.
En la escenificación de la Vía Sacra o Vía Dolorosa participaron unos 20 jóvenes, que hicieron las 14 estaciones, ubicados en distintos puntos de la ciudad, de manera que la feligresía católica pudiera involucrarse en todas las actividades de Semana Santa que tiene programada la Iglesia.
