Hace un mes estalló la crisis en la Policía Nacional y desde entonces se menciona que los militares podrían hacer labores policiales.
Para estar listos ante esa situación tratada en las esferas políticas, un grupo de soldados de diferentes batallones comenzaron a ser entrenados en funciones que hasta ahora han sido potestad exclusiva de la Policía.
Con el nombre Curso de Combate Jaguar, los militares están siendo adiestrados en grupos de cuarenta soldados que han recibido formación en tareas de combate, armas cortas, registro de personas, vehículos y manejo de paquetes sospechosos en personas y vehículos.
La preparación para el trabajo que ejecutarán por el estado de emergencia en seguridad pública que, se espera, sea declarado hoy por el Poder Ejecutivo ha incluido el acompañamiento de elementos policiales y fiscales, que les han enseñado cómo actuar para no vulnerar los derechos humanos de los ciudadanos.
“Estamos preparando los grupos de soldados porque se ampliarán nuestras acciones. El Ejército y la Infantería de Marina están listos para esta nueva misión”, le confirmó a LA PRENSA el coronel Mario Alberto Castillo, jefe de la 105 Brigada de Infantería.
Gradúan hoy primer grupo
Los militares están siendo entrenados en tres fases diferentes para hacer operaciones urbanas. Desde que se anunció que los militares ejecutarían funciones policiales, comenzaron a prepararse en jornadas intensas que comienzan a las tres de la mañana. Hoy se gradúa la primera promoción de militares entrenados en el 14 Batallón de Artillería.
“El Curso Jaguar es un entrenamiento propio de las Fuerzas Armadas que se implementa para entrenarse en operaciones de registro y seguridad de instalaciones a la tropa. Se divide en tres fases, donde pasan diferentes pruebas de adiestramiento en combate, registros, retenes, manejo de armas de pequeño calibre y control en ejes carreteros”, indicó el teniente de infantería Andrés Cardona.
Las armas que manejan en el entrenamiento incluyen pistolas calibre 45 y 9 milímetros, fusiles fal y M-16, ametralladoras 0.50 y morteros de 81 milímetros.
La capacitación abarca protección de dignatarios y labores propias para el combate al narcotráfico.
“Como nuestra formación es estrictamente militar, el curso ayuda a preparar al soldado en condiciones mentales y físicas para contrarrestar todos los desafíos que puedan encontrar en misión. Los patrullajes y retenes son puntos donde hay que estar bien psicológicamente para estar atentos y asimilar hasta los insultos de la población o personas ajenas en los operativos y, sobre todo, estamos entrenados para no usar la violencia”, apuntó el oficial.
Los militares están preparados para allanar casas y hasta evacuar edificios donde exista una orden de las autoridades.
Fiscalía vigila sus acciones
Desde la Operación Relámpago, las Fuerzas Armadas comenzaron el proceso de capacitación de las tropas en todo el país. Aseguran que la Policía y los fiscales le dieron la inducción al personal antes de que salieran a combatir la criminalidad en sectores específicos.
“La forma de registrar y de abordar a las personas, los delitos que puede cometer un ciudadano por la falta de portación de documentos y por una licencia de conducir vencida: todas esas orientaciones fueron dadas por el cuerpo policial.
Los fiscales han sido un gran apoyo porque orientaron al personal y revisaron nuestro plan, en que las acciones se orientan al respeto de los derechos humanos”, expuso el coronel Mario Alberto Castillo, comandante de la 105 Brigada.
El jefe militar asegura que toda la coordinación y las acciones de los militares están bajo el control y la tutela del Ministerio Público.
“Con la Operación Relámpago, todo lo que hacemos es comunicado de inmediato a la Fiscalía. Ellos nos dicen cómo proceder y cuándo debemos remitir a las personas. Nos tocan hasta tareas de conciliación, especialmente en problemas familiares, pero, por ejemplo en los casos de narcomenudeo, los remitimos a ellos.
Tenemos preparación como militares, es cierto, pero fácilmente nos acomodamos a otras circunstancias”.
Apoyo a la Policía
El ministro de Defensa, Marlon Pascua, aseveró que las Fuerzas Armadas están para proteger y servir a la población en los momentos de crisis y sobre todo por la inseguridad imperante: “Su participación es una necesidad impostergable”.
Pascua precisó que los jefes de las unidades militares han sido instruidos para acatar las disposiciones del Presidente de la República y operar en el tiempo que estipulen necesario en todo el país.
“Se han dado los lineamientos y apoyaremos a la Policía, a la que hemos ayudado en diversas acciones”.
Como ejemplo de lo que los militares están haciendo al servicio de la población, Pascua recordó que cien soldados custodian la colonia Lomas del Carmen en San Pedro Sula.
“Ahí han puesto en práctica las instrucciones recibidas en las capacitaciones. En grupos y bajo el mando de un oficial, los uniformados recorren las calles y se suman al combate contra la delincuencia”, dijo.
Pascua destaca que en Lomas del Carmen han obtenido resultados favorables. “Hemos recuperado la zona. Los pobladores sienten confianza y están colaborando. La tranquilidad que tienen ahora es uno de los logros más valiosos de la operación.
La población nos está dando información y eso nos facilita el trabajo. Tenemos una forma diferente de trabajo, la estructura y el control estricto para evitar que los soldados se contaminen”, señaló.
Se espera que durante dieciocho meses los militares apoyen las labores de seguridad ejecutando funciones policiales donde solo la investigación estará fuera de su control.
