01/05/2024
08:06 PM

Ángel Garachana ve difícil que la Cicih llegue a Honduras

La constitución de la Cicih es una promesa de la campaña electoral de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, que lo ratificó cuando asumió el poder, el 27 de enero de 2022.

SAN PEDRO SULA.

El obispo español Ángel Garachana se mostró “pesimista” sobre el establecimiento de una Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Cicih), con apoyo de Naciones Unidas, y abogó por un “diálogo nacional” para resolver los múltiples problemas del país.

“Estoy muy pesimista, porque a la altura que estamos y que no haya llegado (la Cicih), mi manera de sentir es que difícilmente va a llegar, deseo de todo corazón que llegue, desde el principio lo estoy deseando (...), pero en las actuales circunstancias soy un poco pesimista, ojalá me equivoque”, subrayó Garachana.

Dijo que la instalación de la comisión contra la corrupción ayudaría a “la renovación del sistema Judicial” de Honduras, aunque espera que “llegue el momento en que funcionen las instituciones (hondureñas) y no necesitemos la ayuda de afuera”.

“Nosotros mismos somos capaces de llevar adelante todo el sistema de Justicia objetivo, imparcial y que afronte con justicia y con ética los problemas”, subrayó Garachana, que el jueves juró como nuevo ciudadano hondureño por naturalización.

La constitución de la Cicih es una promesa de la campaña electoral de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, que lo ratificó cuando asumió el poder, el 27 de enero de 2022.

Convocar a un diálogo nacional

Garachana, que fue obispo de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, entre noviembre de 1994 y enero de 2023, señaló que en Honduras “hay un problema político”, pero lo más preocupante “son esos problemas socioeconómicos” debido a que los gobiernos “no han buscado intentar un desarrollo del país”.

“No ha habido verdadera voluntad política en los diversos gobiernos para lograr un desarrollo integral de Honduras, un desarrollo de todas personas, un gobierno está principalmente puesto para buscar ese desarrollo social integral, lo que la doctrina de la Iglesia llama el bien común”, enfatizó.

El obispo español lamentó también que la migración de hondureños “es imparable”, por lo que abogó por un “verdadero cambio” en el país centroamericano.

“Lo que más me preocupa son los jóvenes, pues miran hacia adelante sin esperanza, si no ven un futuro prometedor para ellos, si no ven que tienen una salida digna, los jóvenes se van a ir fuera de Honduras”, agregó.

Los hondureños se sienten “desprotegidos” y “no pueden salir tranquilamente a la calle”, a pesar de que han disminuido los homicidios en Honduras, resaltó el obispo español, que pidió a los políticos convocar a “un diálogo nacional” para resolver los problemas del país.

Garachana dijo también que le “duele” la polarización política que se vive en Honduras debido a la falta de un diálogo entre las partes.

La polarización “solo trae división, no lleva a un proyecto político consensuado, es algo muy negativo”, acotó el obispo español, que decidió hacer de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, su segunda tierra, donde quiere que le entierren cuando muera.