'Hablamos con Trump sobre prosperidad y seguridad”: Tábora

San Pedro Sula, Honduras.

Para Marlon Tábora, embajador de Honduras en Estados Unidos, la cooperación en seguridad hemisférica, lucha contra la corrupción y el narcotráfico han sido algunos de los pilares fundamentales en la relación bilateral.

El diplomático conversó vía teléfono con LA PRENSA sobre algunas de las expectativas con su nuevo cargo.

Lo que significa es que ya no solo soy un embajador nominado, sino que soy un embajador acreditado, y más que eso soy el embajador plenipotenciario ante el pueblo y Gobierno de los Estados Unidos, lo que me convierte en el representante oficial del Gobierno de Honduras ante las autoridades norteamericanas. Esto me permite acceder a todas las autoridades del Gobierno de EUA para iniciar cualquier trámite, pero sobre todo fortalecer la relación histórica que hemos tenido con Estados Unidos, y donde tenemos intereses comunes, como temas migratorios, construir prosperidad en nuestro país, y sin lugar a dudas, la seguridad hemisférica.

Sí, ayer (lunes 24 de abril), en la etapa final se incluye la posibilidad de platicar rápidamente con el presidente Trump, ya que éramos 11 embajadores los que teníamos que presentar las cartas credenciales a través de un proceso muy formal establecido por el Gobierno de Estados Unidos. En ese sentido, tuvimos la oportunidad de platicar, reconociendo el trato muy amable y cordial por parte de él en relación con el interés mutuo de fortalecer la relación que hemos tenido, destacando obviamente la mejora de la prosperidad y la seguridad de manera conjunta.

Es importante destacar que es un programa de los países de Centroamérica que está siendo apoyado por el Gobierno de Estados Unidos. En el caso particular de Honduras, la mayor parte de los recursos vienen del presupuesto nacional de la república, por cada dólar que EUA se compromete a aportar, Honduras aporta cuatro dólares adicionales. Para nosotros no solo es importante los recursos financieros, sino los mecanismos de cooperación bilateral.

No olvidemos que mucha de nuestra gente ha tenido que emigrar por los altos niveles de violencia que hemos experimentado en nuestro país. Eso de una u otra forma es una responsabilidad compartida con Estados Unidos. Por esa razón se vuelve fundamental trabajar de manera conjunta y cercana en temas que nos puedan permitir avanzar en ese proceso.

Con el cambio de autoridades y el tratar de ejercer de manera más estrictas las políticas ya existentes generó cierta incertidumbre en la población, la cual se mantiene. Lo importante es mencionar que no ha habido cambio de política, siguen siendo exactamente las mismas que existían en el pasado, pero ha mejorado la capacidad de ejecutar las políticas de parte de las autoridades norteamericanas. En ese sentido, compartimos con los EUA que todas aquellas personas que han violentado la ley, independientemente de su nacionalidad, puedan ser sujetas de un proceso de deportación.

Nuestro interés se fundamenta, primero, en el respeto a los derechos de todos nuestros compatriotas, en tratar de atender de la mejor manera a través de los servicios consulares la necesidad de nuestra gente. De manera muy particular, cuando el momento llegue, de hacer una incidencia positiva para mantener programas como el TPS (estatus de protección temporal) que es fundamental del que todavía no hemos iniciado el diálogo.

Entre 56,000 y 57,000 hondureños han aplicado al programa. Esperaríamos que ese mismo nivel se pueda registrar en caso que continuara en los próximos años, pero es un proceso que aún no ha iniciado.