La lucha de las fuerzas de seguridad por convertir al Bajo Aguán en una zona de paz continúa a pesar del riesgo que esto implica y de los grandes recursos con que cuentan los grupos armados que se han instalado en la zona.
No es fácil controlar la situación en el Bajo Aguán, explicó German Alfaro, comandante de la Fuerza de Tarea Xatruch.
“Los retenes están precisamente para controlar todo tipo de personas y aquí podemos ver nosotros desde empresarios, personas reconocidas del sector, delincuentes e incluso dirigentes campesinos que andan en carros blindados y se mueven por todos lados, pero nadie los detiene porque ellos andan en debida forma, andan con sus respectivos permisos”.
El comandante de la Fuerza de Tarea Xatruch declaró además que sí hay grupos paramilitares en la zona del Bajo Aguán.
“Definitivamente que hay (paramilitares), porque desde el momento que están utilizando AK-47 o armas prohibidas en el país, es que son elementos paramilitares.
Incluso utilizan técnicas para emboscar a las unidades y atacar a la gente, asaltan a las personas en las calles”, detalló Alfaro.
El comandante agregó que es difícil desde “afuera” comprender lo que sucede en el Bajo Aguán.
“Hay un estigma de la zona del Aguán, adonde dicen que es una zona de muerte, que es una zona peligrosa; pero aquí la gente transita diariamente por las carreteras y no hay ningún problema. Donde se dan los problemas es entre los dos tramos carreteros que vienen desde Honduras Aguán a Planes y desde Bonito Oriental a Sabá”.
Pérdidas
El pasado jueves, las autoridades desalojaron a grupos campesinos que desde el pasado 4 de julio de 2012 habían mantenido una ocupación forzosa de una de las fincas propiedad de las empresas del Grupo Dinant.
Sin embargo, según la empresa, un día después de la recuperación del inmueble, mientras sus empleados construían un paso alterno que servirá como acceso a la finca, se presentaron hombres con armas de grueso calibre y abrieron fuego indiscriminado contra los trabajadores, por lo que de inmediato la Fuerza Xatruch se presentó al lugar a auxiliarlos.
La invasión se mantuvo siete meses en la finca Paso Aguán y de acuerdo con lo informado por Roger Pineda, director de Relaciones Corporativas del Grupo Dinant, esta ocupación forzosa de dichas fincas ocasionó pérdidas directas a la empresa de más de 44.7 millones de lempiras por la fruta que dejaron de cosechar y el aceite de palma que se ha dejado de producir y exportar.
Las pérdidas podrían ser aún mayores, pues aún no se les permite trabajar en la finca, aseguró Pineda.
La Fuerza Xatruch II presentó fotografías donde se muestran cajas enteras de municiones y casquillos de Ak-47 y de otras armas prohibidas encontradas en la mencionada finca invadida.
